Por María del Carmen Varela. Enviada
Huatulco, 26 Nov (Notimex).- Como una declaración de amor a este país que ha convertido en su segunda patria, la cineasta cubana Idalmis del Risco emprendió el documental “Entre México y Cuba todo es bonito y sabroso”, que narra la hermandad entre estas dos naciones, fortalecida por sus similitudes culturales y coincidencias políticas, pero ante todo por sus empatías sociales.
“Para mi es una manera de decirles a ustedes los mexicanos como nosotros los cubanos los queremos, profunda y entrañablemente”, comenta la actriz y directora cubana de nacimiento pero mexicana por convicción, quien estuvo anoche en la proyección de su largometraje, con el que se inauguró la décima edición del Huatulco Film & Food Festival.
Afortunadamente, expone, a su ópera prima documental, que reúne una amplia gama de voces tanto de México como de Cuba, le ha ido muy bien en donde quiera que se ha presentado ha despertado comentarios halagadores, por la calidad de la investigación y lo bien resuelto de su edición.
Es un trabajo que comenzó hace unos 20 años, cuando llegó a México y comenzó a investigar sobre el exilio cubano en este país, con el paso del tiempo el proyecto se transformó hasta establecer todos los lazos visibles que unen a estos dos pueblos.
Con el congelamiento de las relaciones entre ambas naciones, a partir de la tristemente célebre frase “Comes y te vas”, la investigación quedó un poco de lado pero luego, dice, se dio cuenta de que el amor entre ambos países no se acabará nunca, “porque es algo que nace de la piel, algo más allá de la política o la diplomacia”.
De tal suerte que en 2014 retomó el reto de contar esta “historia amorosa” y con el apoyo de su marido, el mexicano Carlos Sánchez Sosa, se puso a trabajar. Apoyaron en esta empresa, explica, instituciones mexicanas como Motzorongo.TV y TV UNAM, así como el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica (ICAI).
El mayor de los retos, recuerda, estuvo en la edición pues al final la investigación cobró vida propia y se fue abriendo a diversos ámbitos de la relación, desde las letras hasta la música, sin olvidar el deporte, a partir de voces muy interesantes y calificadas como las del historiador cubano Eusebio Leal; los escritores mexicanos Paco Ignacio Taibo II, Eduardo Lagagne o Elena Poniatowska.
La literatura con José Martí, la labor de difusión de la cultura entre ambos países a partir de Casa de las Américas, y el intercambios científico que tiene en Cuba a 800 estudiantes mexicanos de medicina, son algunos de los temas que aborda, mediante entrevistas y testimonios audiovisuales.
Imágenes que recorren pasajes de la historia y la cultura de ambos países, acompañadas por la música de los boleros del cubano César Portillo de la Luz, la trova de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, la música de las danzoneras de Matanzas trasladadas al Puerto de Veracruz; el mambo de Pérez Prado, la música de Beny Moré; así como las cadenciosas caderas de las rumberas Ninón Sevilla y María Antoneta Pons.
A la fecha, refiere, la cinta se ha presentado en una decena de festivales de cine internacionales como el de Guanajuato, el de Guadalajara, el de la Memoria de Cuernavaca, el Internacional de Viña del Mar, y está por presentarse en competencia en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba.
Así cerrará el año, para luego a partir del 29 de enero del 2016 presentarse en circuito cultural en la capital mexicana, en plazas como Cinemanía, la Cineteca Nacional y las salas de cine de la UNAM, en tanto se concretan invitaciones que ya tiene para presentar la cinta en Italia y Colombia.
“Al final logré lo que quería expresar, abordar todas las manifestaciones artísticas, las educación, la medicina, las artes, la historia que involucra esta relación”, puntualizó Del Risco, quien se dice complacida con haber podido, de alguna manera, saldar lo que consideraba una cuenta pendiente con este país, en el que vive desde hace 20 años y quien ya prepara un segundo documental, del cual solo adelantó que se llamará “Con los brazos abiertos”.