Se preguntan qué demonios estamos haciendo (…) Ven una falta de cumplimiento de la ley para combatir esas drogas, dijo Kelly al comparecer ante dos subcomités de la Cámara de Representantes en alusión a las iniciativas aprobadas en Washington y Colorado.
Sostuvo que Estados Unidos estaría en serios aprietos si países como Colombia, que el año pasado decomisó 200 toneladas de cocaína y erradicó 30 mil acres de drogas, dejan de hacer su parte a raíz de la tendencia a la tolerancia a las drogas en territorio estadounidense.
La solución, no la eliminación del problema de las drogas, es atajarlas antes que lleguen a México ( ) y no ven mucho compromiso para hacer eso, señaló Kelly, cuya responsabilidad abarca toda América Latina salvo el territorio mexicano.
Kelly reconoció que el consumo de las drogas en Estados Unidos es el principal responsable de que países como Honduras sean los más violentos del mundo, a pesar de lo cual, acotó, muchas de esas naciones pelean por nosotros nuestra lucha contra las drogas.
El almirante Robert Papp, comandante de la Guardia Costera, coincidió en que la evidencia anecdótica muestra que los socios de Estados Unidos en América Latina cuestionan la tendencia estadounidense a legalizar el consumo de drogas como la marihuana.
Están confundidos por las señales que envía la legalización. Se preguntan sobre nuestro compromiso para pelear. Y cuando ellos invierten tanto en recursos y sangre, tiene que cuestionar eso, dijo a los legisladores.
Papp señaló que los países de América Latina ven cada vez menos recursos de Estados Unidos para apoyarlos en la lucha antidrogas.
Durante la audiencia, legisladores demócratas y republicanos aplaudieron la cooperación de países como México y Colombia en la lucha antidrogas.