México, 27 Nov (Notimex).- Con la Primera Mesa Redonda de Tonochtitlan, a realizarse el 30 de noviembre en El Colegio Nacional, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sigue con el objetivo de impulsar encuentros dedicados a las civilizaciones mesoamericanas, en este caso la cultura mexica.
Está primera mesa iniciará con la colaboración de la “gente de casa” del Proyecto Templo Mayor (PTM), en la que participan 25 expertos entre arqueólogos, conservadores, antropólogos, físicos, biólogos y arquitectos y el Programa de Arqueología Urbana (PAU).
Abarcará los aspectos más novedosos surgidos de las excavaciones realizadas por el PTM y el PAU en los últimos años, los cuales se han enfocado en el propio Templo Mayor, el Cuauhxicalco, el Calmécac, el Templo de Ehécatl, el Juego de Pelota y el Huey Tzompantli.
Las 38 ponencias que componen la Primera Mesa Redonda de Tenochtitlan se desarrollarán a lo largo de cinco días, en el Aula Mayor de El Colegio Nacional.
En declaraciones difundidas por el INAH, el doctor Leonardo López Luján comentó que este proyecto de investigación se coordina y complementa con el PAU, dedicado a rescates y salvamentos en predios del primer cuadro de la ciudad.
Indico que con las mesas redondas de Tenochtitlan, encuentro que será trienal, el Museo del Templo Mayor será la base internacional respecto a la investigación, el intercambio académico entre especialistas así como la difusión de los resultados de estudios referentes a la sociedad mexica y a sus contemporáneos.
En esta reunión se abordarán temas generales como la datación de los edificios de la Plaza Gamio, el registro de la pintura mural o el uso de antiguas unidades de medida así como materias específicas.
Se enfatizarán la arqueo-botánica, la arqueo-zoología y la antropología física, áreas del conocimiento relacionadas con el tipo de hallazgos que se han dado al pie del Templo Mayor.
Al igual que las mesas redondas de Palenque, Monte Albán y Teotihuacan, el objetivo de este proyecto de Tenochtitlan es traspasar los límites de esta isla que abarcaba 13.5 km2 y fue habitada por 200 mil habitantes en su época de máximo esplendor (1486-1520).
“Tenochtitlan era una ciudad cosmopolita, pluriétnica y multicultural”, así lo indicaron Leonardo López Luján junto con la maestra Ximena Chávez Balderas, integrante también del PTM, así como el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, supervisor del PAU.
Además, con el reciente hallazgo por parte del PAU del “Huey Tzompantli”, “se dispondrá de abundante material osteológico que ayudará a responder cuestiones relacionadas con el sacrificio humano”, explicó Ximena Chávez, especialista en bioarqueología.
En cuanto a técnicas novedosas, los análisis de isótopos radiogénicos estables de estroncio realizados por el arqueólogo Alan Barrera darán a conocer el origen de las víctimas sacrificiales, los cuales indican que no era gente local, sino extranjeros, en otra forma de corroborar esta relación con las provincias y la expansión mexica.
Tanto el PTM como el PAU han hecho descubrimientos espectaculares de materiales biológicos. El Proyecto Templo Mayor ha analizado más de 50 mil objetos entre 2007 y 2015.