Alejandro Maldonado, titular de la Coordinadora, dijo que “se elevó la alerta institucional por las lluvias pero además también se decretó un alerta amarilla a toda la población para que estén preparados con sus respectivas estrategias de respuesta y estén atentos a la información que provea la coordinadora”.
La alerta amarilla se utiliza en prevención de un fenómeno pero se eleva a naranja cuando se confirma que un evento provocará situaciones severas de emergencia, impactará una o varias zonas o causará efectos adversos a las personas, los bienes, líneas vitales o el ambiente.
La Coordinadora reportó la crecida de ríos y el colapso del alcantarillado en al menos cuatro departamentos del país. En tanto, el Ministerio de Educación suspendió por 48 horas las clases en nueve departamentos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología informó que las condiciones en el Pacífico de Guatemala continúan inestables debido a la baja presión, sistema que continúa favoreciendo la entrada abundante de humedad al territorio, por lo que las lluvias moderadas a fuertes continuarán esta semana. Las precipitaciones, agregó, podrán presentarse con más intensidad en las regiones del sur, suroccidental, central y occidental hacia la frontera con México.
El sábado un alud mató a cinco miembros de una familia que quedaron bajo tierra en el caserío Joya Grande del municipio de San Pedro Necta en el departamento de Huehuetenango, 300 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca. En el mismo incidente un perro sobrevivió 18 horas parcialmente enterrado y fue rescatado por vecinos, soldados y bomberos.
Maldonado dijo que aún están a un 90% las probabilidades de que el fenómeno se convierta en una tormenta tropical. Sin embargo, “independientemente de la evolución de ésta, las lluvias continuarán por 36 horas más”, explicó.