Las relaciones diplomáticas que existen en estos momentos entre Turquía y Alemania se encuentran en un punto delicado, ni siquiera la visita del Primer Ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, ha logrado rectificarlas.
En ninguno de los temas en los cuales existen discrepancias entre los países han podido existir soluciones que satisfagan de manera certera y completa a cada una de las partes.
La base central de este conflicto reside en los 250 soldados alemanes que se encuentran estacionados en la base turca Incirlik.
Gabriel ha exigido de nueva cuenta que se le deje al Parlamento tener visitas dentro de esta base. Ankara no accedió a la petición, por lo cual Alemania ha ordenado a sus tropas que se retiren de la misma hasta que esto cambie.
En esta base de la OTAN, residen más de 280 soldados alemanes que manejan cazo Tornado en sus misiones de vigilancia aérea sobre Siria.
“Mi homólogo turco me ha explicado que en la situación actual no puede permitir la visita de parlamentarios a Incirlik, por razones de política interna”, fue lo mencionado por Gabriel tras haber finalizado la reunión a los periodistas.
Añadió también que: “Yo le he pedido que comprenda que nosotros por razones de política interna debemos sacar nuestros soldados de Incirlik, porque el Ejército alemán es parlamentario y los diputados deben ser capaces de visitar a las tropas en cualquier momento”.
Ankara ha exigido la extradición de presuntos golpistas que han podido encontrar refugio en territorio alemán.
A pesar de lo tenso que se encuentra el panorama entre las relaciones turcas-germanas, Gabriel habló acerca de la reunión en un tono tranquilo y confiado, como después lo comentaría a través de su cuenta oficial de Twitter, en que existe el interés mutuo para que estas relaciones mejoren.
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