“He seguido con profunda conmoción el accidente en la mina en el oeste de Turquía donde murieron muchas personas”, dijo la canciller federal alemana Ángela Merkel en un comunicado difundido por su portavoz esta tarde en Berlín.
“Quiero expresar mi compasión a usted y a sus conciudadanos. Nuestra preocupación va a los familiares de las víctimas. Esperamos una rápida recuperación de los heridos”, añadió Merkel en su mensaje al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. “Alemania está cerca de Turquía en estos momentos difíciles y está dispuesta a ayudar de cualquier forma”, añadió la canciller federal de este país, donde viven unos tres millones de ciudadanos turcos.
También el presidente de Alemania, Joachim Gauck, quien volvió esta semana de un encuentro bilateral en Turquía, expresó sus condolencias al gobierno de ese país por la tragedia ocurrida la víspera en la localidad de Soma. En un mensaje dirigido al jefe de Estado turco, Abdullah Gül, Gauck expresó su pesar a los familiares de las víctimas y su cercanía con quienes sobrevivieron.
A su vez, el ministro del Exterior, Frank Walter Steinmeier, se expresó en un mensaje: “nuestros pensamientos están junto a los trabajadores de la mina que aún están atrapados. Esperamos que puedan ser rescatados. Alemania está preparada para ayudar si Turquía así lo desea”.
En las últimas horas el número de víctimas en la mina de Soma siguió aumentando. En particular, cientos de obreros siguen atrapados en su interior y sindicalistas indicaron a la prensa local que es prácticamente imposible encontrarlos con vida. Algunos trabajadores de la mina, por su parte, señalaron a medios locales que aún podía haber entre 300 y 400 personas atrapadas en el interior del lugar del accidente.
Se trata, según el gobierno turco, del mayor accidente de este tipo en la historia de Turquía. Erdogan viajó al lugar de la tragedia y decretó tres días de luto oficial y el izamiento de las banderas a media asta en instituciones turcas de todo el mundo.