Recep Tayyip Erdogan viajó a Berlín en medio de un enorme esfuerzo diplomático para mejorar la imagen de su país tras el escándalo que afecto a su partido, el AKP. En concreto, en la capital alemana buscó apoyo político para el ingreso de Turquía a la Unión Europea (UE). El país tiene desde hace 1999 un expediente de adhesión abierto que todavía no ha prosperado precisamente por las resistencias de Alemania. Las negociaciones formales se iniciaron en 2005.
Aún así el apoyo de Merkel no fue rotundo: Es algo que no tiene fecha todavía, dijo la canciller federal en una rueda de prensa conjunta, y añadió, no es ningún secreto que el proceso de admisión está abierto todavía. Soy más bien escéptica acerca de una adhesión plena de Turquía a la Unión Europea, precisó la canciller federal alemana, en la rueda de prensa.
La canciller ha sostenido desde 2005 que las diferencias históricas, de cultura e idiosincracia entre la Unión Europea y Turquía, motiva que ese país no pueda convertirse en miembro de derecho pleno. Le ha ofrecido sin embargo, una asociación privilegiada pero sin membrecía. Para Turquía, ese ofrecimiento no cubre sus expectativas.
Erdogan vino a Alemania, por otra parte, para hacer campaña electoral en su favor. En suelo alemán viven dos millones de ciudadanos turcos y un total de tres millones con raíces en ese país. Es la mayor minoría nacional en Alemania. Antes de su cita con Merkel, Erdogan habló frente a la Sociedad alemana de Política Exterior (DGAP) donde insistió que Europa necesita a Turquía.
El país cuenta con 77 millones de habitantes y según Erdogan es impensable para Europa en el siglo XXI prescindir de Turquía. Para argumentar su tesis echó mano a los datos: la economía creció rápidamente en los últimos años, las exportaciones se cuadruplicaron, el desempleo se redujo. Afirmó que el supuesto escándalo de corrupción en su partido es una maniobra de fuerzas oscuras para desprestigiar su gobierno.
El primer ministro turco viajó al país en el marco de una campaña electoral en el exterior: no sólo por primera vez este verano se elegirá de manera directa al presidente de Turquía, sino que también, por primera vez, los ciudadanos turcos en el exterior tendrán derecho a votar.
En marzo próximo se celebrarán en Turquía elecciones municipales, y en agosto las presidenciales, donde Erdogan, quien fue primer ministro durante diez años, buscará con toda probabilidad ser elegido presidente.