“Creo que nadie que tenga la capacidad de hacerlo debería negarse a esta posibilidad”, dijo este jueves el ministro alemán en esta capital, “por esta razón el gobierno decidió tomar la responsabilidad de contribuir en la operación”.
Una parte de los restos de las armas químicas del régimen de Bashar al-Assad que serán destruidas por comandos especiales de las Naciones Unidas en naves en alta mar, será eliminada en estructuras militares de la ciudad de Munster, en Baja Sajonia. El gobierno alemán precisó que el material que llegará a Munster en cantidades de la orden de toneladas, ya no es de por sí ningún tipo de arma química.
Se trataría en concreto de toneladas de elementos hidrolizados que quedan al descomponer los gases tóxicos. Su agotamiento es equivalente a el de residuos industriales líquidos, informó la cadena de televisión alemana ARD. El material será transportado por una nave a la costa de Alemania y sucesivamente viajará en camiones o en tren a los incineradores de la localidad de Munster. Tras el proceso, deberían quedar sólo sales inocuos.
La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, dijo que “Alemania tiene una tecnología segura y amplia experiencia en la eliminación de material de guerra”. Así la cosas, es un imperativo moral para el país el de “contribuir al proceso de paz”.
El régimen de Siria cedió a la presión internacional y también gracias a la mediación de Rusia aceptó destruir su arsenal químico, tras hacerse responsable en Agosto de ataques con dichas armas que afectaron también la población civil en Damasco.
El proceso de desmantelamiento del arsenal químico es sin embargo un proceso largo y delicado, no por último porque las armas se encuentran en el medio del conflicto entre gobierno e insurgentes y tienen que ser transportadas a la costa y cargadas en naves de las Naciones Unidas. El miércoles las primeras armas fueron cargadas en naves danesas, sucesivamente se trasladarán a embarcaciones especiales de Estados Unidos donde serán destruidas.