En particular se revisará la legitimidad de los comicios y los esfuerzos de diálogo con las fuerzas pro rusas en el oeste ucraniano, señalaron fuentes diplomáticas. Se prevé que Alemania plantee si se podrá votar en el oriente, a la luz de que donde ha habido enfrentamientos entre opositores y tropas, y donde Kiev ya no tiene control.
La canciller federal alemana Angela Merkel pidió en conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin que reconociera el resultado de las elecciones del próximo domingo, señaló la prensa local.
Este martes el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo que se confía en que esas elecciones contribuyan a la estabilización de Ucrania, pues podrán expresarse todos aquellos que rechazan la violencia como respuesta a la compleja situación tras las protestas de la plaza Maidán en Kiev.
Putin anunció la víspera la retirada de sus tropas en la frontera con Ucrania, aunque anuncios previos similares han sido seguidos de acotaciones de la Alianza Atlántica (OTAN) de que no hay señales de cambio en esas regiones. De acuerdo a la OTAN, a la fecha unos 35 mil a 40 mil soldados rusos se encuentran desplegados en las zonas rusas fronterizas con Ucrania.
La prensa alemana informó este martes que en esa conversación telefónica, Putin habría dicho a Merkel que una reforma constitucional en Ucrania podría ser una opción para solucionar el conflicto.
Moscú se alegró de que en la reciente mesa redonda para una solución de la crisis en Ucrania, hubiese habido contacto entre grupos gubernamentales y partidarios del federalismo en Ucrania.
El ministro del Exterior ruso, Serguei Lavrov, exigió sin embargo en una conversación telefónica con Steinmeier que tenga lugar también un diálogo con los separatistas.
Estos últimos intensifican su ofensiva y en las auto proclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk, antes regiones ucranianas, los resultados de las elecciones del domingo 25 de mayo no serán reconocidos, anunció a la televisión rusa el gobernador Pavel Gubarev.
Alemania encabeza a Europa en las negociaciones para la solución del conflicto en Ucrania, con un papel de mediador entre Rusia y Estados Unidos.
Fiel a una tradición bien consolidada en su formación socialdemócrata, Steinmeier defendió hasta el último la opción del dialogo con Moscú. Esa gestión de la crisis responde también a un amplio proyecto de política exterior del actual gobierno alemán, que escribió en su programa que quiere más protagonismo y responsabilidad en la diplomacia internacional.
Una encuesta realizada por la Fundación Körber junto con el ministerio del Exterior, señaló este martes que dos tercios de los alemanes se oponen a que su país adquiera más responsabilidades internacionales.
El 93 por ciento de los encuestados señaló que la defensa de los derechos humanos tiene que ser el principal objetivo de la política internacional de su país. En una comparecencia pública realizada en Berlín este martes, Steinmeier admitió que existen profundas diferencias entre la opinión pública y la gestión política, y prometió su esfuerzo para cerrarlas.