Se trata de argumentos, de sectores políticos opositores y de líderes empresariales, que por un tema ideológico, más que técnico, están en contra de las alzas de impuestos o aumentos en las cargas tributarias.
Respondiendo a Notimex, Arenas, indicó que realmente ese debate tiene que ver más con el tamaño del Estado, agregando que nosotros no tenemos miedo a ese debate.
Nosotros decimos, creemos en el Estado. Creemos en más y mejor Estado, Creemos que hay que fortalecer nuestra institucionalidad Tributaria, afirmó el ministro, quien este día fue a la Cámara de Diputados para explicar la reforma propuesta por el gobierno de Michelle Bachelet.
Arenas apuntó en reunión con la prensa que el proyecto definido como uno de los pilares del programa de reformas del nuevo gobierno es una reforma tributaria razonable y balanceada.
La iniciativa, agregó, es consistente con los objetivos de recuperar la senda del crecimiento de la economía y darle sustentabilidad a éste crecimiento a largo plazo, al mejorar la distribución del ingreso.
El proyecto, sujeto desde este día a revisión del Parlamento nacional, indicó Arenas, introduce el factor de la gradualidad en todos los cambios, a fin de darle tiempo a los distintos agentes económicos de adecuarse al nuevo modelo impositivo.
El ministro explicó que el objetivo de recaudar un 3.02 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), se logrará gradualmente en cuatro años: 0.29 del PIB en 2014; 0.82 en 2015; 1.76 en 2016; 2.44 en 2017 y 3.17 por ciento, en 2018, llegando en régimen a la cifra final.
Por otro lado, la tasa del impuesto a las empresas pasará del actual 20 al 25 por ciento que se incrementará de la siguiente forma: año 21 por ciento, en 2014; 22.5 en 2015; 24 en 2016 y 25 por ciento, en 2017.
Otros aspectos destacados del proyecto de reforma tributaria chilena tienen relación con el cuidado del medioambiente, el Impuesto al Valor Agregado en la construcción, la reducción de le evasión y la elusión.
Además, el proyecto de reforma tributaria contempla aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas y antialcohólicas con azúcar.
La cerveza experimentará un alza de 5.5 por ciento, el vino de un 9.9 por ciento, el pisco de 35 grados, un 8.5 por ciento y el whisky, un 11 por ciento.
Las bebidas antialcohólicas con azúcar tendrán un 5.0 por ciento de aumento en su actual impuesto.
Arenas argumentó que el actual impuesto a las bebidas alcohólicas, que en Chile es bajo respecto al resto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), no guarda relación con los daños que produce su consumo excesivo, añadió.