En una declaración publicada por el grupo Estado Islámico en las cuentas afiliadas al grupo en Bangladesh de Twitter, se dijo que la mezquita fue impactada por una descarga de proyectiles disparada de ametralladoras.
Por los menos cinco atacantes balearon a los feligreses durante las oraciones la tarde del jueves en la mezquita en la aldea Haripur, en el distrito Bogra. Murió un funcionario de la mezquita de unos 70 años que dirigía la oración.
La policía detuvo el viernes a dos sospechosos para interrogarlos, informó el policía Arifur Rahman. Agregó que los hombres fueron detenidos en el área de ataque. No se dieron a conocer de inmediato sus identidades.
La declaración de la rama del grupo EI decía que “los soldados del califato tenían un lugar de adoración de apóstatas como objetivo” construido con financiamiento de Irán. Juró perpetrar más ataques del mismo estilo.
Los ataques del jueves sucedieron tras una ola de ataques mortales este año contra extranjeros, escritores seglares y la comunidad chií en un país mayoritariamente suní de 160 millones de habitantes.
Los ataques han alarmado a la comunidad internacional y causado preocupación de que el extremismo religioso se extiende por el país tradicionalmente moderado del sur de Asia.
El gobierno de Bangladesh ha negado repetidamente la presencia del grupo EI en la nación empobrecida.
La policía en Bangladesh arrestó a seis miembros del grupo local proscrito Jumatul Mujahede en relación con el ataque del 24 de octubre durante una marcha anual de miles de musulmanes chiíes en Dhaka, de acuerdo con el detective Munirul Islam. Las bombas, esparcidas entre la gente cuando se reunían para una procesión a través de la capital, mataron a un niño e hirieron a más de 100 personas.