“Sabemos que hay dificultades que incluso no sólo han afectado a la prensa que pueda ser crítica del gobierno sino que también pudiera afectar a la prensa oficial”, indicó a Notimex el coordinador de la organización civil Provea.
Alvarado anotó que la realidad económica juega una parte importante en el problema de la escasez de papel de imprenta, pero sostuvo que la presunta intención gubernamental de limitar el trabajo de los medios de comunicación también sería parte del problema.
“En primer lugar es una ineficiencia del gobierno para resolver algunos problemas económicos como el control cambiario y, por el otro, podría haber algo de intenciones políticas porque obligaría a los medios a tener que pararse y tener que sacar sus ediciones impresas”, apuntó.
Medios de prensa venezolanos alertaron sobre la escasez de papel importado que podría poner en peligro la circulación de numerosos periódicos hasta el punto que el diario El Impulso, con 110 años de historia, estaría “a punto de cierre”.
Sin embargo, economistas afirman que el gobierno venezolano afronta un problema mayúsculo de escasez de dólares para importaciones, que se traducen en deudas de dos mil millones con líneas aéreas, 300 millones con firmas automotrices o 300 millones con el sector químico.