Álvaro Uribe ha lanzado una fuerte ofensiva a través de su cuenta de Twitter en contra de la campaña de Juan Manuel Santos y de las negociaciones que lleva a cabo el gobierno con la guerrilla de Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.
Uribe calificó como cortina de humo la detención del pirata cibernético, Andrés Fernando Sepúlveda, quien trabajaba para la campaña presidencial del movimiento Centro Democrático, cuyo jefe máximo es el exmandatario.
Los presidentes del Congreso y la Cámara de Representantes, Juan Fernando Cristo y Hernán Penagos, así como los jefes de los partidos Liberal, La U y Cambio Radical, Simón Gaviria, Sergio Díaz-Granados y Carlos Fernando Galán, respectivamente, enviaron una carta al candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga.
El talante de las declaraciones del senador Uribe y las recientes revelaciones sobre las criminales chuzadas (labores de espionaje) contra el proceso de paz, ponen de presente ante la opinión pública que su jefe político no tiene límites en su obsesión de apropiarse del poder y destruir el sueño de reconciliación de los colombianos, dice la misiva.
Los dirigentes políticos desafiaron al senador electo Uribe a hacer públicas las pruebas que tiene frente a una supuesta donación de dos millones de dólares del publicista venezolano JJ Rendón a la campaña presidencial de Santos en 2010. Solicitaron a la Fiscalía General de Colombia que cite a Uribe para que presente todas las evidencias que tiene sobre los supuestos dos millones de dólares.
Los colombianos necesitan conocer si seguirá la práctica de la calumnia en medio de su desespero electoral, para herir nuestra democracia y la propia reputación de la República en el ámbito internacional, subrayó la misiva.
Francamente no nos sorprende el comportamiento del senador Álvaro Uribe. En el pasado acudió a su dialéctica sofista y a todo tipo de estrategias similares para ocultar la responsabilidad de su gobierno frente a la conducta del exdirector del DAS (policía secreta), Jorge Noguera.
Recordaron que en el gobierno de Uribe se hizo espionaje ilegal a oposición, periodistas independientes y la propia Corte Suprema de Justicia; las negociaciones de Ralito; el ingreso a la Casa de Nariño de alias Job (paramilitar). Pero hoy compromete directamente a su campaña.