El acuerdo en La Habana debe levantar el ánimo de sectores de la sociedad, que quieren la paz, pero que están escépticos frente a lo que se pueda lograr, o porque no creen en las sinceridad de las FARC, dijo Giraldo en entrevista con Notimex.
El gobierno de Santos y las FARC, llegaron la semana pasada a un acuerdo para combatir las drogas en una estrategia integral, y priorizar la erradicación manual de los cultivos ilícitos, protegiendo los derechos humanos de los campesinos.
La insurgencia también se comprometió a colaborar con la Fuerza Pública a entregar información para un programa de desminado en las zonas de cultivo de hoja de coca y en donde el grupo insurgente tiene presencia.
El acuerdo de drogas en La Habana recibió un amplio apoyo de la comunidad internacional y en particular de Naciones Unidas, la OEA y Estados Unidos. El acuerdo -señaló Giraldo- debe producir tres o cinco puntos favorables a Santos y eso le va permitir una diferencia en primera vuelta para pasar de primero y no tan en empate técnico como dicen las encuestas, y por esta vía proyecta su triunfo en la segunda vuelta.
La intención de voto de los electores colombianos para las elecciones de este domingo 25 de mayo, está en un empate técnico de 29 por ciento entre el presidente Santos y el candidato del movimiento Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga.
Para la segunda vuelta electoral, prevista para el 15 de junio, hay una franja del 34 por ciento aproximadamente de los electores que no están convencidos a quien de los dos candidatos van apoyar para la presidencia de Colombia en el periodo (2014-2018).
Para el profesor Fernando Giraldo, quien es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de París y académico de las más importantes universidades privadas de Bogotá, todo lo que ocurra alrededor del conflicto interno tiene efectos en cualquier campaña electoral en Colombia, como ha ocurrido en los últimos 20 años.
Dijo que el tema de la guerra y la paz llego para instalarse en la política colombiana, es un eje estructural y es normal que se instale en procesos de competencia por el poder, y ahí las FARC están de por medio. Insisto que el tema de la guerra y la paz se instaló hasta que no superemos la guerra.
Al acuerdo de drogas entre las partes se suma la decisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de decretar un cese al fuego unilateral, a partir de la media noche de este 20 de mayo y hasta el 28, tres días después de la elección presidencial.
Los actores del conflicto, son elementos decisivos de los procesos electorales colombianos, no es un elemento marginal, es fundamental, entorno a los cuales gira los debates electorales, subrayó.
Para Giraldo, es normal y lógico que todo lo que surja de la mesa de negociación de La Habana, tenga impactos en la vida política colombiana y en especial en época electoral.
Cualquier acto político incide en las elecciones. Si hay un acto en la sociedad humana que es de terminante es el de la guerra y la paz. La sociedad humana siempre ha vivido en el conflicto, y buscando la paz y si busca la paz es porque vive en guerra, y eso es político, ahondó.
En un escenario de segundo vuelta, el 15 de junio, entre Juan Manuel Santos y Zuluaga, el que tiene un mayor espacio para captar a la amplia franja de indecisos, es el jefe de Estado, porque hay más fuerzas políticas comprometidas con la paz, que aquellas que le apuesta a la salida militar al conflicto interno.