México, 13 Sep (Notimex).- Un grupo de investigadores del Acuario de Veracruz lograron confirmar en 25 días la formación del feto en la hembra del manatí del Caribe (Trichechus manatus manatus), convirtiendo al acuario en el primero en conseguirlo.
De acuerdo con estudios, es hasta el cuarto o quinto mes de gestación cuando es posible determinar el estado encinto del manatí, sin embargo, los investigadores lograron hacerlo con mucho tiempo de anticipación.
La constante observación de las conductas del mamífero marino en el ecosistema artificial que habita fueron clave para este avance, aseguró el médico veterinario a cargo del manatiario, Alejandro de la Rosa Tejeda, en una entrevista con la Agencia Informativa del Conacyt.
En la investigación se realizan ultrasonidos a las hembras observando la fase y estado de sus ovarios, al notar que uno de estos está preparado para ser fecundado, se prosigue con exámenes más específicos en cuanto al comportamiento del mamífero.
Una semana después de la cópula se practican de nuevo una serie de ultrasonidos y análisis de pruebas sanguíneas para medir los niveles de progesterona en la sangre, añadió el investigador.
Es hasta el día 25 cuando se logra confirmar la formación del feto, teniendo como sustento los altos niveles de progesterona que arrojaron los análisis anteriores, haciendo válido el estado de gestación.
Hasta el momento, estos estudios resultaron exitosos en cuatro manatíes del Acuario de Veracruz, ubicándolo como el primer centro acuático en lograr la reproducción del manatí en cautiverio.
El proyecto del manatiario nació en 1998, después de que dos crías de manatí, un macho y una hembra, respectivamente, fueran rescatadas y rehabilitadas dentro de las instalaciones del Acuario de Veracruz.
A partir de ese momento se gestionaron diferentes líneas de investigación sobre manatíes, entre las que destacaba la reproducción en cautiverio.
De igual manera se realizaron estudios para determinar los niveles de estrés del manatí, midiendo los niveles de cortisol sérico en su sangre, a través de las heces fecales que son recolectadas por personal del acuario o mediante muestras sanguíneas.
“Se han hecho dos tipos de estudios, ambos son midiendo el cortisol en la sangre, hormona que al ser liberada es el principal indicador de estrés”, expuso De la Rosa Tejeda.
Estos análisis sirvieron para conocer los parámetros de los niveles de estrés, los cuales permiten conocer las necesidades y ciertas conductas del manatí en cautiverio comparadas con las que presentan estos mamíferos en la vida silvestre.
“Esta investigación nos sirve para saber si el mamífero padece estrés crónico, o los altos niveles de cortisol se deban por falta de alimento, o porque lo que está comiendo no es de su agrado, o simplemente porque está enfermo”, dijo el especialista.
Esta línea de investigación demostró que el constante contacto con los seres humanos disminuye los niveles de cortisol en la sangre, lo que ocasiona que el manatí se mantenga cómodo dentro de su ecosistema artificial.
Desde que el acuario abrió sus puertas en 1992 se brindó ayuda a especies marinas como tortugas marinas, nutrias y manatíes, que se encuentran afectadas por fenómenos naturales o situaciones provocadas por el hombre.
Hasta el momento se rehabilitaron ocho manatíes, los cuales se reintegraron a otros parques acuáticos a través de un convenio de colaboración de conservación de la especie, de acuerdo con el especialista.
Los manatíes que habitan en el acuario no son aptos para su liberación porque son animales que crecieron en un ecosistema artificial, por lo que les es imposible adaptarse a la vida silvestre, dado que están acostumbrados al contacto humano y al adiestramiento, indicó De la Rosa.