La ministra del Medio Ambiente, Lina Pohl, afirmó que hay una alta probabilidad de una siguiente erupción. El peligro es real para la población de la zona.
La titular del Medio Ambiente y expertos informaron sobre la recurrencia de incrementos sustanciales en la emisión de gases en el cráter, que no han superado los 400 metros de altura.
Hay magma, hay lava y roca que está queriendo salir y puede resultar expulsada a varios kilómetros del cráter, apuntó la funcionaria, y añadió que este día habrá una reunión de alto nivel para decidir el posible desalojo de personas que habitan el lugar.
Según la información, en la zona hay caída de ceniza final y retumbos en los alrededores del volcán, ubicado en el departamento oriental de San Miguel, a unos 125 kilómetros de la capital.
En tanto, la directora del Centro de Monitoreo Integrado, Celina Kattán, explicó que las características que presenta el volcán pueden estar asociadas a inyecciones de magma e incrementos de flujo de gases, agua y magma.
Desde el 10 de mayo pasado, se han presentado vibraciones con fluctuaciones de valores de entre 93 y 602 unidades cada hora, cuando el promedio de ese coloso era de 50 unidades, observándose períodos de fuerte incremento.
Una probable erupción sería la tercera que se registra desde el pasado 29 de diciembre y según las autoridades, sería la mayor.