Navi Pillay dijo que los abusos de ambos bandos deberían ser documentados y presentados ante la Corte Penal Internacional, “pero no se pueden comparar. Claramente las acciones de las fuerzas gubernamentales sobrepasan las violaciones (de los rebeldes): asesinatos, crueldad, personas detenidas y desapariciones, lo superan bastante”.
Pillay pareció hacer referencia a un reporte de marzo de la comisión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre los crímenes de guerra en Siria, que descubrió que había una impunidad total a los abusos y señaló que la responsabilidad parece llegar hasta los rangos más altos del gobierno.
La comisionada, que presentó un informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU el martes, ha pedido que la Corte Penal Internacional haga un juicio por los crímenes cometidos desde 2011. El consejo tendrá que remitir el caso a la CPI, pero Rusia y China, miembros permanentes del consejo con capacidad de veto, han protegido a Damasco de cualquier sanción seria del consejo.
El encargado actual de la presidencia rotativa del consejo, el embajador nigeriano U. Joy Ogwu, señaló que el consejo sigue en un desacuerdo sobre remitir el caso a la CPI.
Francia pidió a Pillay que diera un informe al consejo sobre Siria, pero Rusia objetó poner la atención en Oriente Medio. Al final llegaron al acuerdo de que Rusia permitiera que Pillay fuera invitada a hablar sobre varias crisis, incluyendo la de Siria, la República Centroafricana, Malí, Libia y Sudán del Sur, para supuestamente quitar el foco de atención a Damasco. Pero la mayoría de las preguntas que se le hicieron a la comisionada cuando salió de la reunión de cuatro horas fueron sobre Siria.
Navi Pillay dijo a reporteros: “El gobierno es el principal responsable de las violaciones” en Siria, mientras el embajador sirio Bashar Ja’afari estaba sentado cerca, caminando para tomar su turno para hablar.
Ja’afari dijo ante el micrófono que los comentarios de Pillay eran “parte de una campaña de presión orquestada” contra Siria en el Consejo de Seguridad por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Agregó que la comisionada nunca ha estado en el país y que desatendió cientos de cartas que le ha enviado con reportes de los abusos reales. Agregó que sus comentarios “confirman su lectura parcial de origen”.
El embajador también acusó al gobierno turco y su agencia de inteligencia de supuestamente apoyar y dar suministros a los rebeldes, a quienes Ja’afari calificó como “terroristas”.