Los accionistas apoyaron los términos del principio de acuerdo alcanzado en febrero. El último fleco pendiente es el visto bueno del Congreso argentino.
“Hemos trabajado muy duro para obtener una compensación justa”, dijo el presidente de Repsol, Antonio Brufau. “Hoy iniciamos una nueva etapa llena de ilusión y con grandes oportunidades de crecimiento”.
El acuerdo reconoce el derecho de la petrolera española a percibir 5.000 millones de dólares, menos de la mitad de lo que exigió en un primer momento, por la expropiación del 51% de YPF e YPF GAS en abril del 2012.
Para costear la operación, el gobierno argentino entregará títulos de deuda pública en dólares mediante un paquete fijo de bonos por un valor nominal de 5.000 millones y 500 adicionales en intereses.
Repsol podrá enajenar dichos bonos. Pero si obtuviera un importe superior a los 5.000 millones descontados gastos e intereses_, el exceso se devolvería a Argentina.