Tuxtla Gutiérrez, 7 Oct (Notimex).- El director académico de la Escuela Nacional de Protección Civil, José de Jesús Ramírez Gordillo, reconoció que en el estado existen un millón 300 mil hogares que en su mayoría usan gas licuado (LP), muchos con instalaciones económicas.
Dijo que tratan de transmitir y difundir las medidas de prevención que se deben de tomar a la hora de usar y manejar el gas LP, porque es común el uso de instalaciones económicas en los hogares con niveles de seguridad bastante bajos.
El funcionario de la Secretaría de Protección Civil firmó un convenio de capacitación con la empresa gasera para el personal, sobre el manejo y manipulación de los tanques de gas con la finalidad de evitar accidentes.
Consideró que es necesario invertir un poco más de dinero y tratar de establecer medidas que garanticen la seguridad de los integrantes de la familia en los hogares, para evitar fugas y accidentes.
Refirió que pese a que muchos hogares del estado aún usan la leña para la cocción de alimentos, el gas LP es el principal producto, por lo que sus instalaciones deben ser adecuadas.
Llamó a realizar las instalaciones adecuadas en los hogares y las empresas en el estado, por lo que se ha intensificado la tarea de capacitación y monitoreo, así como la realización de simulacros para preparar a la población para saber actuar en caso de emergencia.
Por su parte, el director de Identificación y Análisis de Riesgos de la Secretaría de Protección Civil, Fredy Alfaro Ramos, señaló que los 122 ayuntamientos deben ser principales supervisores y realizar monitoreos de las instalaciones de gas y de las condiciones en que operan las empresas que usan materiales peligrosos.
Mencionó que se inspecciona todas las gaseras en el estado y se exige que cuenten con programa de protección civil, y continúa el programa de revisión de las plantas de almacenamiento de gas.
Detalló que las principales fallas en que en ocasiones incurren las empresas del ramo es la falta de mangueras o válvulas de seguridad, así como inseguridad en tanques estacionarios y portátiles.
Mencionó que las instalaciones de las tortillerías, de las que en el estado existen más de seis mil, son supervisadas, pero los municipios deben vigilar las condiciones en que operan.