México no suele ser reconocido mundialmente por sus aportaciones a la ciencia y tecnología. Sin embargo, esto no evita que nuestro país haya dado algunas de las grandes mentes creativas de los últimos tiempos, cuyo intelecto les permitió desarrollar algunos de los inventos más innovadores del mundo entero y cuya existencia cambió el rumbo de la historia para siempre. Conócelos aquí.
Mousepad de México
Quizá el mousepad haya perdido potencia ante la popularización de los ratones ópticos y láser, pero hubo un tiempo en que fue determinante para el buen funcionamiento del equipo periférico, cuando estos funcionaban a partir de una trackball o bola de seguimiento. Aquellos que lo usaron recordarán que su giro no siempre era perfecto o que se entorpecía todavía más con el polvo acumulado en las superficies. Todo cambió gracias al mexicano Armando Fernández, quien en 1979 diseñó la almohadilla definitiva para Xerox, cuya elaboración a base de silicón terminó con los viejos problemas. La tecnología de los ratones contemporáneos hace que el mousepad ya no sea indispensable, pero muchos lo siguen empleando por costumbre, comodidad o incluso por sus divertidos diseños. Y se creó en México.
Pintura antigraffiti
El graffiti es uno de los mayores problemas de la sociedad contemporánea, ya que daña gravemente la propiedad pública y privada, mientras que su limpieza suele requerir inversiones importantes. Esto hizo que, en 2001, el Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM buscara una forma fácil y económica para agilizar los procesos de lavado, lo que resultó en la pintura antigraffiti, dotada de un agente hidrofóbico -una sustancia que no puede mezclarse con el agua- cuya aplicación a las paredes produce la separación de agentes moleculares que facilita el escurrido del graffiti. ¿Lo más curioso? Su preparación incluyó baba de nopal, lo que le hace todavía más mexicano.
Robots arqueológicos
Djedi fue el primer robot empleado con fines arqueológicos, pero su ingreso en la Gran Pirámide de Keops no fue de gran utilidad al descubrir que un túnel empinado y estrecho terminaba en una pared. Su legado fue heredado por los mexicanos Tlaloque I y Tláloc II-TC, destacando que este último pasó a la historia como el primer equipo tecnológico en hacer un descubrimiento en el campo. Lo mejor de todo: es 100% mexicano. Desarrollado por los ingenieros Hugo Armando Guerra, Alberto Álvarez y Francisco Castañón del IPN, el Tláloc II localizó tres cámaras secretas en el subsuelo de Teotihuacán tras un recorrido por un estrecho túnel de 20 metros, convirtiéndose así en una de las mayores hazañas en toda la historia de la arqueología mundial.
Tridilosa
Uno de los inventos más importantes de la ingeniería mexicana, pero también uno de los más controvertidos. Desarrollada en 1966 por Heberto Castillo, se trata de un material mixto hecho a base de acero y hormigón que resulta en estructuras sumamente resistentes y en una reducción importante de costos ante el ahorro de productos. Generó un gran escepticismo en sus primeros años, lo que motivó a su creador a realizar una prueba de resistencia que implicó la colocación de un camión de 50 toneladas sobre el techo en construcción de tridilosa para el Banco Agrícola Ganadero de Toluca, el cual soportó la carga sin ningún problema. Sus cualidades pueden apreciarse en el World Trade Center, uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México y que ya soportó los terremotos de 1985 y 2017.
Televisión a color
El invento mexicano más famoso de todos, creado en 1940 por Guillermo González Camarena bajo el nombre de “sistema tricromático secuencial de campos”, el cual se basó en los colores primarios rojo, verde y azul para la reproducción de imágenes a colores. No pasó mucho tiempo para que otros países del mundo desarrollaran sistemas cada vez más complejos, pero siempre inspirándose en esta misma idea original. Hoy en día, se dice que González Camarena fue determinante en la consolidación absoluta de la pantalla chica como uno de los canales de entretenimiento favoritos de la gente. Más destacado aún es que la idea no se limitó a la pantalla chica del hogar, pues incluso la NASA empleó la patente para sus misiones Apollo y Voyager. Sin duda, el invento mexicano más famoso en toda la historia.