A los jóvenes les encanta tomarse selfies en donde puedan: en la escuela, con sus amigos y familia, hasta al despertar y comer cualquier tipo de alimento. Han llevado este tipo de moda pasajera a niveles que muchos ya dejamos de comprender.
Es el turno de llevarlo a las evidentes faltas de respeto gracias a su ignorancia y poca educación sobre la historia de Berlín, en Alemania. Jóvenes turistas que llegan al Memorial del Holocausto, donde hace casi 70 años ocurrió una de las tragedias más grandes de la humanidad, posan para una selfie que suben a sus redes sociales y que esperan reciba varios likes.
Entonces, un artista israelí decidió hacer una crítica al respecto que tiene a los internautas bastante impactados: tomó todas las fotografías de Facebook, Instagram, Twitter y hasta Tinder, cortó y pegó sus retratos y los colocó en el mismo lugar pero de hace 70 años.
Después de causar revuelo en redes, el artista respondió con el siguiente mensaje: “La página ha sido visitada por 2.5 millones de personas. Lo curioso es que la página sí llegó a las 12 personas que aparecen en las selfies que presenté; casi todos ellos entendieron el mensaje, se disculparon y decidieron quitar las selfies de sus páginas personales de Facebook e Instagram”.
Claro, pero la vergüenza que pasaron ya nadie se las quita, y con sobrada razón.