Hay varias razones por las cuales podría haber problemas “ahí abajo”. Estas son algunas señales de que tu galán debe ir corriendo con al urólogo. Cosas que no son normales en su pene:
- Salpullido. Puede ser ocasionado por la combinación del exceso de vello con el sudor. Si no es atendido de inmediato, puede llegar a causar dolor y cicatrices. No solo eso, también podría tratarse de balanitis, una infección de la piel que recubre el prepucio en el pene. Suele ser una infección por una fimosis en la infancia o de transmisión sexual en el adulto.
- Erección permanente. Si el miembro de tu galán lleva más de 4 horas erecto, no es que sea un semental, esta situación se llama priapismo. Puede ocurrir espontáneamente o estar relacionado con ciertos antidepresivos o medicamentos para la disfunción eréctil.
- Prepucio contraído. Si llega a contraerse y de inmediato regresa a su lugar, no hay de qué preocuparse. Puede tratarse de parafimosis, el mayor riesgo es que puede comprometer la circulación sanguínea, y esto es un cuadro potencialmente serio.
- Llagas. Es grave. Si notas que en la zona del glande o en el cuerpo de su pene hay cortadas ya sea que tengan sangre o estén cicatrizadas, puede ser señal de cáncer. Podrían ser causadas también por hancroide, chancroide, sífilis, granuloma inguinal o linfogranuloma venéreo.
- Verrugas. Pueden deberse a enfermedades de transmisión sexual como el VHP, virus del papiloma humano. Estas pueden desarrollar mezquinos, e, incluso, cáncer de pene o ano. Más vale prevenir.
Las dudas solo se despejarán en una visita al médico. Ya hemos aprendido que el tamaño no (siempre) importa, sabemos que existen los penes crecientes y exhibicionistas, sabemos también que un pene puede fracturarse tras una sesión vigorosa de actividad física vigorosa, pero poco sabemos sobre esas diminutas “cosas” que “ahí abajo” son señal de que algo no anda bien.