Si piensas salir de vacaciones, deberás mantener la piel protegida de los rayos del sol no solo en la playa sino también en la ciudad. Por ejemplo, en la CDMX que se encuentra a mil metros de altura sobre el nivel del mar, el sol está más cerca y se recibe más radiación.
Rodrigo Roldán Marin director de la Clínica de OncoDermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que el cáncer de piel es un problema de todos y desde 2001 es el segundo más frecuente en México; diversos factores inciden en este problema de salud pública.
Podemos prevenir el cáncer de piel siempre y cuando nos alejemos del sol o nos protejamos de él lo más que podamos, el daño solar acumulado, es decir la excesiva y recurrente exposición al sol desde la infancia y sin cuidados puede provocarte un problema en el futuro. El enrojecimiento de la piel después de asolearse es señal de alarma.
En el siglo XIX la tez blanca estaba relacionada directamente con la belleza, recordemos las pinturas de los impresionistas como Claude Monet, Edouard Manet o Paul Cézanne, en ellas cuando retratan mujeres en la playa o en días de campo aparecen con sombrero, mangas largas y con sombrillas para protegerse del sol.
Ahora la moda está totalmente al revés, mientras más pintada la piel , más a la moda estás. Mantener la piel bronceada es símbolo de estatus, hace suponer que sales de vacaciones a menudo o tienes alguna casa de descanso para fines de semana, pero estamos en un error, el no tener un cuidado adecuado de la piel puede terminar en cáncer.
Se podría pensar que la piel de las personas morenas (latinos por ejemplo) resiste un poco más al sol y las probabilidades de desarrollar cáncer son menores, pero no, genéticamente somos mestizos y portamos algunos genes caucásicos que nos hace susceptibles a padecerlo.
Lo mejor que puedes hacer es después de los 40 años, visitar a un dermatólogo por lo menos una vez al año y si decides tomar el sol sin quemarte la piel deberás hacerlo por las mañanas antes de las 10:00 horas o en las tardes después de las 17:00. Aunque parezcas una estrella de cine usa ropa de algodón o lino de manga larga, sombrero de ala ancha y lentes oscuros.
No olvides usar bloqueador o filtro solar con un factor de protección (FPS) mínimo de 30, o de 50 si es posible, y aplicarlo cada cuatro horas; utilizarlo no sólo cuando estés en la playa, sino como rutina diaria.
Olvídate de las camas de bronceado son mucho más peligrosas que la radiación natural del sol.