La autoestima y la seguridad son temas muy importantes en nuestra vida debido a que nos permiten tener buenas actitudes antes las situaciones que se nos presentan y a mantenernos de pie cuando las cosas no salen nada bien. El amor propio es la capacidad de aceptarse y gustarse por dentro y fuera, pero sobre todo, de respetarse uno mismo y entender que nadie es perfecto.
El proceso de sentirse verdaderamente bien con uno mismo es complicado, mas no imposible. Debemos identificar nuestras cualidades y defectos, nuestros pensamientos, nuestras emociones y formas de ver la vida para así comenzar a conocernos un poco más y lograr amarnos tal y como somos.
Sin duda ir con un especialista en el tema es la mejor opción, pero tú también puedes poner de parte para iniciar con estos cambios. Aquí te dejamos un listado para que te sea más sencillo el proceso de amarte a ti mismo.
1. No te compares: Debes entender que eres un individuo que no tiene igual con nadie más, Acepta tus virtudes y defectos tanto físicos, como emocionales e intenta trabajar en lo que no te gusta. Por ejemplo, si no estás conforme con tu peso, puedes iniciar una rutina de ejercicios que te permitan llegar a tus medidas deseadas, pero es importante que entiendas que hay cosas que no podrás cambiar por más que quieras y eso no tiene por qué ser malo.
2.- Enfócate en tu confianza: Para sentirse seguro con uno mismo, entre muchas otras cosas, es necesario tener muy buena actitud. Hay situaciones completamente controlables como el lenguaje corporal, es decir, las posturas, los tonos de voz, la vestimenta e incluso (aunque no lo creas) el peinado o corte de cabello que llevamos. Date de la oportunidad de lucir tus prendas favoritas sin miedo y sin pensar en qué dirán los demás; busca actividades en las que seas muy buena y hazlas con mucha pasión.
3.- Piensa que sin importar lo que hagas, en ocasiones habrán días complicados: Así como hay situaciones que podemos controlar, también existen las que no y debemos ser consientes de ello. Es normal tener días malos porque nada en la vida es perfecto, así que tómalos con una actitud relajada. Los malos días tampoco duran para siempre.
4.- No te tomes nada personal: Ni lo bueno, ni lo malo en exceso es bueno. Toma las cosas de quien vienen y sigue tu camino, no te claves con nada ni con nadie. Aprende a diferenciar a las personas que de verdad te quieren, de las que no, pues eso siempre te permitirá tener una mejor visión de ti mismo.
5.- Sé agradecida: En ocasiones la mala actitud y los enfados no nos permiten ver todo lo bueno que tenemos alrededor. Nuestra familia y los verdaderos amigos siempre serán una buena razón para estar agradecidas con la vida. No te olvides de la naturaleza tampoco, pues ver un nuevo amanecer todos los días es una gran ganancia. ¡Piénsalo! Hay muchas cosas buenas que tienes para ofrecer y que te ofrecen.