Aún con todos los estudios biológicos que existen, y todos los descubrimientos que se han hecho a lo largo de la evolución de nuestra especie, el cuerpo humano sigue representando un misterio para nosotros. Es por ello que te presentamos 10 datos científicos sobre el cuerpo humano que posiblemente no conocías y que te demostrarán la sabiduría de la naturaleza y lo maravilloso que es nuestro cuerpo.
1.¿Por qué se arrugan los dedos cuando los mojas durante un periodo largo de tiempo?
Los dedos mojados se arrugan para que puedas agarrar las cosas bajo el agua. No se arrugan porque absorban el agua, sino porque es una respuesta de nuestro sistema nervioso a la humedad para poder sujetar mejor los objetos debajo del agua.
2. Si una mujer embarazada tiene un órgano dañado, el feto le manda células madre para arreglarlo
Estudios científicos demuestran que cuando una madre tiene el tejido del corazón dañado por un infarto, el feto envía células madre de la placenta para repararlo. Lo mismo ocurre con otros órganos dañados como el cerebro, el hígado, los riñones o los pulmones. También el feto puede donar sus células madres para prevenir el cáncer de mamá en la madre
3. La composición de la leche materna varía automáticamente según la edad y las necesidades del bebé
Los bebés pueden desarrollarse durante los primeros seis meses de vida a base de leche materna porque ésta contiene todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. De hecho la composición de la leche varía de acuerdo a las necesidades del niño y de su edad. Esto puede funcionar incluso aunque la madre esté amamantando a dos niños de distintas edades.
4. Si donamos una pequeña parte del hígado, éste se regenera por completo en su nuevo cuerpo
El higado tiene la capacidad de regenerarse por sí mismo. Por lo que incluso si donáramos el 10% de la masa de nuestro higado, éste podría regenerarse en cualquier otro cuerpo, hasta crecer a su tamaño normal. El problema es que con regularidad las enfermedades hepáticas acaban afectando a todo el órgano y, por mucho que se regenere, podría acabar dañado definitivamente.
5. Estamos diseñados para cazar: no somos muy rápidos, pero sí muy buenos corredores de fondo
El ser humano tiene la capacidad de mantener una temperatura corporal estable a pesar de las variaciones de temperatura ambiental o de la producción de calor interna. Lo que nos convierte en buenos cazadores, ya que aunque no seamos muy rápidos, somos muy buenos cazadores. Al igual que nuestros ancestros, algunas tribus actuales como la del vídeo siguen practicando la caza por agotamiento: perseguir al animal hasta que esté exhausto y se pare.
6. Cuando adelgazamos no sólo quemamos la grasa, también la exhalamos por la boca
Todos sabemos que cuando adelgazamos lo que pasa es que nuestro metabolismo quema las moléculas de grasa. Lo que posiblemente no sepas es que los átomos de carbono contenidos en los triglicéridos se expulsan a través del cuerpo humano, junto con el dióxido de carbono que estamos exhalando todo el tiempo. De media exhalamos 200 gramos de carbono cada día, 240 si hacemos ejercicio físico.
7. Nuestras células se suicidan para no volverse cancerígenas
Cuando nos quemamos tomando el sol, ocurre algo intuitivo en nuestro cuerpo, el ADN de las células de nuestra piel se daña y entonces estás se suicidan para evitar que aparezca un cáncer. En general todos los días se suicidan células en nuestro cuerpo cuando detectan que algo va mal. El problema es que si el ADN está muy dañado, este mecanismo puede fallar, por eso no debemos sobre exponernos al sol a menudo y usar protección solar.
8. Tu cuerpo es más de las bacterias que tuyo
¿Sabías que hay más ADN de bacteria que de humano en tu cuerpo? Hay 100, 000 millones de bacterias en nuestro cuerpo, el equivalente a dos kilogramos. Estos microbios cumplen una gran cantidad de funciones en nuestro cuerpo: producen las sustancias químicas que nos ayudan a aprovechar algunos nutrientes de los alimentos, intervienen en la salud del sistema inmunológico, etc. A cambio, nosotros las alimentamos.
9. ¿Por qué puedes girar el antebrazo?
Es probable que, salvo que prestaras atención en una clase de anatomía, no te hayas dado cuenta de cómo funciona el antebrazo. Tenemos dos huesos en paralelo ahí, el radio y el cúbito. Cuando ponemos el dorso de la mano hacia arriba, producimos un movimiento de pronación, y cuando lo ponemos hacia abajo, estamos haciendo una supinación. Lo que ocurre cuando el antebrazo gira es que los músculos literalmente empujan los huesos para que se crucen, como cruzamos las piernas (se puede ver en el vídeo). Y sí, sé que ahora vas a estar girando el antebrazo durante cinco minutos; a mí también me pasó.
10. Tienes una Steadicam en el cerebro
Haz el siguiente experimento: mira a cualquier objeto fijo al fondo de la habitación. Ahora mantén la mirada mientras mueves la cabeza en todas las direcciones. Tus ojos han seguido fijos en el objeto, ¿verdad? Es algo que damos por hecho, pero imagínate la cantidad de cálculos que tiene que hacer el cerebro rotar las órbitas y mover los músculos de los ojos sin perder de vista el objeto. Y no sólo para un ojo, sino para dos: cada uno tiene que contraer un músculo distinto para seguir mirando al mismo sitio.