Por fin lo lograste, venciste tu miedo al dolor y te hiciste el tatuaje de tus sueños. ¿Pero sabes qué hacer después? Toma nota:
1.- Retira el plástico.
Generalmente el tatuador cubre tu nuevo diseño con un plástico para que la sangre coagule y así evitar infecciones. Asegúrate de retirar esa capa protectora después de 3 a 4 horas e inicia la limpieza del área.
2.- Extrema higiene.
No lo toques con las manos sucias o tela que esté debidamente limpia. Lava tus manos y no permitas que otras persona lo toque mientras ocurre la cicatrización.
3.- Lávalo bien.
Lava bien toda el área del dibujo al menos dos veces al día. Utiliza agua tibia y un jabón neutro o antibacterial. Masajea con la yema de tus dedos y enjuaga. Permite que se seque completamente la piel y aplica una crema de caléndula en la zona.
4.- Promueve la cicatrización.
Puedes prevenir que la zona se reseque y/o pueda infectarse aplicando durante los siguientes siete días alguna crema que te recomiende tu tatuador.
5.- Olvídate de prendas ajustadas los próximos 10 a 15 días después de tu tatuaje. ¡Evita el uso de prendas ajustadas sobre la zona tatuada!
6.- Mantenlo humectado.
Luego de la primera semana con la crema recomendada, usa otra crema humectante libre de colorantes y sin fragancia para evitar la molesta comenzón que se presenta a la semana de haberte hecho el tatuaje.
7.- Aléjate el sol y los lugares húmedos para prevenir afectaciones en la coloración final del tatuaje.
8.- Ejercicio y sudor.
Lo recomendable es evitar la sudoración de la piel, pero si realizas ejercicio, lava tu tatuaje al terminar tu rutina.
9.- Resiste la tentación y no te quites nunca las costras. Si desprendes la costra podrías llevarte el pigmento ocasionando que el tatuaje luzca disparejo.
10.- Usa protector solar para que el color no se desvanezca.
Listo, y mientras tanto, ¡disfruta de tu tatuaje!