¡Oye! Tu cuerpo pide agua. Aquí las señales inequívocas
Más allá de sentir la boca seca, hay señales inequívocas de que tu cuerpo pide agua
Si creías que la deshidratación es cosa menor, estás equivocada; no tomar agua puede traer consigo graves consecuencias. Tu cuerpo pide agua (a gritos).
Muchos de nosotros nos vemos obligados a beber solo cuando sentimos la boca seca y nuestra piel luce sin brillo. Grave error.
Beber suficiente agua cada día es fundamental para que tu cuerpo funcione de forma óptima, por lo que si no estás ingiriendo por lo menos 2 litros, tu cuerpo te envía una serie de señales que te permiten saber que necesitas más:
- Fatiga. La deshidratación hace que tu actividad enzimática reduzca la velocidad en la que tu cuerpo produce energía. Con el fin de evitar esto, debes beber agua con regularidad durante todo el día.
- Dolor de cabeza. Cuando tus niveles de hidratación caen, ocurre una reacción química en la sangre a la cual tu cerebro es muy sensible. Tu cerebro reacciona activando un dolor de cabeza.
- Mareos (sin ganas de tejer chambritas). Sin suficiente agua en el sistema, el volumen y la presión sanguínea caen haciéndonos sentir mareados. Uno de los signos principales de la deshidratación es cuando uno se pone de pie rápidamente y se siente mareado de repente.
- Aumento de la presión arterial. Nuestra sangre está hecha casi al 100 por ciento de agua, así que al mantenerla hidratada, tu corazón la bombeará de manera más fácil evitando el aumento de la presión arterial.
- “Me sube el colesterol”. Beber suficiente agua te ayudará a reducir considerablemente esos niveles. Al estar deshidratado el cuerpo produce colesterol para reducir la pérdida de agua desde el interior de las células.
- Hambre (todo el día). Las primeras señales de que necesitas beber más agua pueden ser tan sutil como estar hambriento con más frecuencia.
- El color de tu orina. Un signo evidente de la deshidratación es cuando la orina se torna de color amarillo más oscuro.
- Y por supuesto, los problemas de riñones. Los riñones hacen su trabajo mediante la extracción de agua de la sangre que circula a través de ellos, y esta mezcla de agua y sustancias se desplazan hacia a la vejiga y luego fuera del cuerpo como orina.