Mobbing, el asesino silencioso de muchas mujeres, identifícalo
El mobbing o acoso laboral afecta a la víctima, a veces, hasta llevarla al suicidio. Desde los chismes hasta las agresiones físicas.
El mobbing o acoso laboral se está convirtiendo en una amenaza para miles de hombres y mujeres alrededor del mundo.
Es un término inglés que va enfocado más específicamente a la violencia psicológica en el trabajo, siendo esta la que ocurre normalmente dentro de las empresas u organizaciones. Por fortuna la violencia física prácticamente no existe en el ámbito laboral.
Y como probablemente ya lo imaginaste, la mayor cantidad de víctimas son mujeres. El 52.5 por ciento de mujeres trabajadoras han sido acosadas por su superior jerárquico al menos en una ocasión, según datos de la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres (ENVIM).
¡Ojo aquí!, los chismes son la más frecuente forma de acoso laboral. Los rumores (el radio pasillo) causan diferentes trastornos en la persona agredida, llegando a ocasionar miedo de ir a trabajar. El acoso constante por parte de los compañeros de trabajo o superiores, igual que en el caso del bullying, puede llevar a la víctima hasta el suicidio.
Según cifras la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cerca de 12 millones de personas en el mundo enfrentan día con día al acoso laboral.
Probablemente estés en medio de una situación laboral complicada y aún no ubiques si se trata propiamente de mobbing, ¿cómo identificarlo? Estas son algunas formas en que el victimario actúa:
Bloquea el desarrollo personal y profesional de la víctima.
Difunde chismes.
Amenaza constantemente.
Ignora o excluye a la víctima. Discrimina.
Un clásico, sobrecarga de trabajo a la víctima.
Si ya te identificaste como víctima del mobbing, actúa. En el mejor de los casos consigue el apoyo de un abogado laboral. Necesitarás pruebas y por si te lo preguntabas, sí, está permitido grabar evidencias del acoso pero, ¡aguas!, si no eres parte de la conversación (en pocas palabras, si es ajena) el acto es ilícito y está penado.
Asesórate, primero en el aspecto legal, luego en el psicológico. No permitas que te lleven al límite, algunos victimarios son verdaderos maestros del acoso. Si te está haciendo mal, ningún trabajo vale la pena.