No importa si está reseco, grasoso o con puntas abiertas. Para todas, el cabello es un accesorio más que puede adecuarse a nuestro vestuario, el estilo e incluso la personalidad.
Lo malo es que en esa búsqueda de un estilo que nos encante podemos maltratarlo y provocar problemas como puntas abiertas. Afortunadamente existen tratamientos caseros y económicos que le ayudarán a devolverle su vitalidad.
Acaba con el cabello reseco.
Este problema que hace que la cabellera luzca sin vida y poroso es causado por una variedad de factores, como la mala utilización de herramientas para el cabello, productos como tintes demasiado agresivos o hasta la sobrexposición al sol.
Una mascarilla capilar de aceite de oliva será tu salvación. Entibia en baño María 20 ml de aceite de oliva. Ojo, es tibio. Toma un cepillo y cepilla tu cabello con el aceite de oliva. Deje actuar por media hora y luego lave con un champú suave.
Olvídate del cabello grasoso.
Ocurre o por exceso de actividad de las glándulas sebáceas. Esto requiere lavados más frecuentes para prevenir la apariencia grasienta y sin brillo como la mascarilla de perejil.
Mezcla 100 gramos de perejil seco picado, 1 cucharadita de vodka y 2 cucharadas de aceite de ricino. Aplica sobre el cabello y las raíces, déjalo por media hora y luego lávalo con vinagre. Vuelve a lavar con champú para quitar el olor del vinagre.
Deshazte de las puntas abiertas que ocurren cuando la cutícula protectora es destruida, lo que hace que la hebra se divida en dos. En este caso una mascarilla de miel será tu aliada.
Mezcla 2 cucharadas de miel, 1 cucharada de vinagre y 1 cucharada de aceite de almendra. Distribuye sobre el cabello, concentrándose en las puntas. Deje actuar por media hora y lava luego con agua moderadamente caliente.
¡Estamos seguros de que con estos tratamientos verás grandes mejoras!