Melania Trump, la futura primera dama de Estados Unidos es alta, delgada y ex modelo, un sueño para los diseñadores, pero debido a la divisiva retórica de su marido muchos se niegan a vestirla.
Lo que la tercera esposa de Donald Trump decida vestir el viernes 20 de enero de 2017 de noche en la fiesta de investidura será quizás la decisión de moda más importante de su vida.
Desde el vestido de seda rosa de Mamie Eisenhower al vestido largo blanco de Jason Wu que Michelle Obama escogió para la investidura de su marido en 2009, los vestidos de las primeras damas terminan muchas veces en el Museo Nacional de Historia Estadounidense del Smithsonian.
No será fácil para Melania Trump suceder a la estilosa Michelle Obama, una de las primeras damas más amadas de todos los tiempos, que mezcló alta costura y moda urbana a precios accesibles, e impulsó al estrellato a diseñadores poco conocidos, pertenecientes a minorías.
Tiempo atrás, Melania Trump dijo que le gustaría ser una primera dama “tradicional” como Jackie Kennedy, conocida por su elegancia clásica y su amor tanto por la moda estadounidense como francesa.
La incógnita sigue en el aire. ¿Quién será el diseñador que vista a Melania Trump en la fiesta de investidura? Se habla de un diseño de Carolina Herrera, pero aún no está confirmado.