El mundo de los sueños no es tan fácil de precisar, y aunque la ciencia no ha estudiado muy a fondo el caso de los sueños húmedos se sabe que son una manifestación del deseo sexual, que puede deberse a mucho tiempo sin actividad, a jugueteos que no terminaron en coito e incluso, en el caso de los hombres, a largos períodos de abstinencia con lo cual el cuerpo necesita de alguna forma desechar el semen acumulado.
Durante algún tiempo se creyó que los sueños húmedos eran más típicos en los hombres, sin embargo algunos estudios recientes demuestran que ambos sexos tienen porcentajes similares de sueños eróticos, solo que antes las mujeres eran menos propensas a compartir la experiencia.
No todos los sueños de este tipo hacen que nos despertemos en medio de un orgasmo, muchos simplemente muestran escenas sensuales que producen excitación y lubricación vaginal en el caso de las mujeres y erección en el caso de los hombres. Sin embargo un porcentaje cercano al 4% de estos episodios acaban en orgasmos, lo que hace que la persona despierte abruptamente con la misma sensación de haber tenido una relación sexual.