Enamorarse por primera vez es una experiencia inigualable, dicen que el primer amor nunca se olvida, y es cierto. Esa persona marcará para siempre, aunque lo más probable es que no sea con quien se pase el resto de la vida.
Afortunadamente la vida da segundas oportunidades; es duro pasar por una ruptura amorosa y volver a confiar en alguien, pero la segunda vez que alguien se enamora está mejor preparado para enfrentarse a lo que viene. Y estas con cosas que pueden pasar cuando se decide con alguien de nuevo:
- Sentirse afortunado. En algún momento se piensa que algo así jamás volverá a suceder, sin embargo, es sorpresivo.
- Ojos abiertos. Ya no se es tan inocente como la primera vez, y se sabe que hay que encontrar a una persona con la que valga la pena correr de nuevo ese riesgo.
- El amor no es perfecto. Y las personas tampoco lo son, pero ahora se sabe y comprende de mejor manera, se aprende a conocer mejor al otro y saber cuando no es su mejor momento, y aunque puede parecer algo odioso se aprende a amar de igual manera.
- Se sabe lo que es el amor. Que al amor no es un sentimiento pasajero y que hay que poner esfuerzo y empeño, de ambas partes, para que funcione.
- Las peleas son mejores. La primera vez se trataba de ganar y quedar mejor que el otro, ahora se sabe que se trata de arreglar las dificultades que se presentan.
- Felices por siempre. Ahora se comprende el verdadero significado de esto que se necesita a alguien que siga ahí cuando las hormonas y las mariposas hayan desaparecido.
- Cosas con calma. Esta vez está la oportunidad de enamorarse poco a poco. No hay prisa, se toma más tiempo para conocerlo y estar seguro de que es la persona correcta.
El primer amor puede ser fenomenal, pero la segunda vez es mejor. Si el primer amor no hubiera fracasado, no se tendría la oportunidad de hacer las cosas de una mejor manera. Hay más experiencia y se vive una mejor etapa.