El término micromachismo fue creado en 1991 por el psicoterapeuta Luis Bonino y se refiere a las pequeñas muestras de tiranía o violencia suave. La característica del micromachismo es que suele pasar desapercibida porque la naturalizamos como algo normal que no causa ningún efecto.
Esto es algo que ocurre todo el tiempo y en cualquier lugar, en la calle, el trabajo, la escuela, con amigos, familiares o la pareja; y no es algo propio solamente de los hombres, pues son actitudes y pensamientos tan naturales para la sociedad que, incluso, pueden surgir de las mujeres. Unos ejemplos del micromachismo:
- Te dicen cómo vestir. Quizá te han dicho que ese vestido es demasiado provocador y no lo deberías usar. Lo pudo decir tu novio e incluso tu madre.
- Ser más femenina. Se asume que si una mujer no se viste o maquilla de determinada manera entonces no es femenina.
- Cuidar la figura. Si alguien te dice que debes cuidar lo que comes o que deberías hacer ejercicio, porque sino nadie se fijará en ti.
- Conseguir pareja. Porque si estás sola, entonces no eres completamente feliz y te hace falta algo.
- Saber cocinar. Algún día tendrás un marido y lo debes alimentar bien.
- Limpiar la casa. Porque eres la mujer de la casa y ya, cómo si eso justificara todo.
- No sabes. Cuando se está en una conversación que, de acuerdo a la sociedad, sólo debería ser tema de hombres y por tanto no tienes voz, si se trata de fútbol o política. Esto no es algo exclusivo del género masculino.
- Gritos en la calle. Piensan que son piropos o halagos, pero en realidad es una situación que incomoda.
- Regalos. Quizá de pequeña te daban muñecas, aunque tu pedías carritos o juguetes supuestamente para niños.
El micromachismo se ha vuelto parte de la cotidianidad de las personas, hombres o mujeres, incluso se puede cometer sin darse cuenta, pero no hay que permitir que esto siga pasando y que siga afectando la convivencia y desarrolla de las mujeres.