Desde que tenemos registros de la belleza femenina, el prototipo de la mujer perfecta ha ido cambiando. Aquí te compartimos las características que han ido evolucionando a lo largo de la historia, ¡conócelas!
En el Antiguo Egipto las mujeres tenían cuerpo esbelto, hombros estrechos, cintura delgada y una cara simétrica.
(Foto: Upsocl)
La piel pálida, los pómulos redondos y resaltados acompañados de una contextura robusta eran características propias de la época en las mujeres perfectas.
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Las mujeres de esta época tenían la cintura delgada, pies pequeños, piel pálida y ojos muy grandes. Algunas mujeres de la actualidad aún resaltan y celebran estas características.
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Durante el Renacimiento las mujeres bellas tenían senos grandes, caderas grandes y su contextura en sí era robusta. La piel blanca era muy apreciada en este tiempo.
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La cintura pequeña creada con la ayuda de corsé era lo más envidiado de esta época. Las mujeres con mucho busto y de contextura robusta eran las más atractivas.
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En 1920 la mujer perfecta era alta, con busto pequeño, caderas angostas y cintura delgada. El ícono de belleza en este tiempo es muy parecido a la figura de un niño.
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Cuando Hollywood llegó a su gran auge, las mujeres que dominaban la gran pantalla eran curvilíneas, de pecho grandes, pero cintura pequeña. Marilyn Monroe es quién mejor representa la belleza de esta época.
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Durante la revolución sexual la modelo Twiggy Lawson se convirtió en ícono de belleza. Con cuerpo pequeño y de apariencia andrógina, con piernas extremadamente delgadas y largas.
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En esta época las mujeres bellas eran atléticas, eran esbeltas, pero con curvas, altas y con brazos tonificados. En los años 80 las mujeres pesaban 15% menos del promedio saludable para su estatura. Naomi Campbell y Claudia Schiffer son íconos de esta época.
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Durante los años 90 las mujeres perfectas eran extremadamente flacas, de piel pálida, con estructura ósea angular y extremidades muy delgadas. Kate Moss es quién mejor representa la mujer ideal de esta época.
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Ahora, la conocida como mujer perfecta es aquella que tiene una mezcla de todas las anteriores. Es decir, es alta, con pechos grandes, caderas pronunciadas, de cintura pequeña, con piel bronceada y músculos tonificados.
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