En México, a través del Tecnológico Nacional de México, se están haciendo investigaciones para trabajar con nuevos materiales a base de cáscaras de camarón para realizar prótesis ortopédicas, especialmente para las rodillas.
Carlos Alberto González Flores, estudiante del doctorado en Ciencias en la Ingeniería por el Instituto Tecnológico de Aguascalientes, indicó que el objetivo de utilizar estos compuestos es para evitar el dolor que causan otros materiales.
“Se encontró que cuando a los pacientes les colocan una prótesis a base de metal, con los cambios de temperatura manifiestan cierto dolor”.
Es por esta razón se está experimentando con las cáscaras de camarón, las cuales se mezclan con compuestos de quitosano e hidroxiapatita del cual se obtiene un nuevo material, éste se emplea en algunos moldes internos para prótesis de rodilla.
“Al tener ese modelo lo que queremos hacer es ver qué tan viable es o qué resultados nos ofrece la mezcla de la hidroxiapatita con el quitosano, y compararlo contra lo comercial y ver qué tan viable es aplicarlo”.
Este trabajo aún está en proceso de investigación, pero si los resultados son favorables se buscará patentar y comercializar, para que quienes lo requieran puedan tener acceso a este tipo de prótesis.
“Estamos revisando qué tan viable es aplicar esta mezcla en fabricar prótesis, en este caso, como se cuenta con un modelo de rodilla, se le aplicaría a ese, pero se puede aplicar a todo hueso, se puede hacer desde un punto de vista total o parcial”.
No es la primera vez que escuchamos que las cáscaras del camarón puedan ser empleadas con fines médicos.
La cáscara del camarón contiene quitina, un polisacárido estructural, que es lo que le da esa dureza al crustáceo. A través de varios procedimientos se aísla la quitina y el quitosano. Lo cual también puede ayudar a la curación de heridas y regeneración de la piel.