Las etiquetas nutricionales que vienen en casi todos los empaques de alimentos tendrán una nueva apariencia.
El número de calorías se verá con letras más grandes y en negritas, y por primera vez los consumidores sabrán si los alimentos tienen azúcar añadida, según cambios propuestos por el gobierno de Barack Obama. El tamaño de las porciones también se actualizará para ser más realista. Una porción de helado, por ejemplo, se duplicará para llenar una taza, adaptándose a lo que la gente consume realmente.
La revisión propuesta tiene lugar en momentos en que han cambiado las prioridades. Mientras la grasa era el centro de atención hace dos décadas cuando se crearon las etiquetas nutricionales, los nutricionistas se preocupan más ahora por el número de calorías consumidas. Y el tamaño de las porciones anunciadas ha sido engañosamente pequeño, con lo que el recuento de calorías es menor.
El objetivo es que el público comprenda cuántas calorías hay en las porciones que realmente consumen. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dice que, por ley, las porciones deben basarse en el consumo real y no el consumo ideal.
La señora Obama iba a formular el anuncio como parte de su iniciativa A Moverse (Let’s Move) para combatir la obesidad infantil, que cumple cuatro años. El martes anunció nuevas reglas del Departamento de Agricultura que reducirán la propaganda de alimentos insalubres en las escuelas.
Las nuevas etiquetas probablemente demorarán algunos años. La FDA recibirá comentarios sobre la propuesta durante 90 días y su decisión definitiva podría demorar otro año. Una vez aprobada, la agencia ha decidido dar a la industria dos años para cumplirla.
La agencia reguladora proyecta que las empresas alimenticias deberán pagar unos 2.000 millones de dólares para cambiar los rótulos.