La comunicación es una base crucial para tener una relación saludable y la mayoría de los hombres están dispuestos a contestar “casi” cualquier cosa que les preguntes. Así que para evitar que arruinemos nuestra posibilidad de una relación con un chico, debemos alejarnos de las siguientes preguntas:
- ¿Sí te gusto? Eso demuestra inseguridad. Si has visto que él ha dado pasos de conquista es porque sí le gustas, no hace falta que lo pongas contra la pared preguntándole directamente.
- ¿Eres gay? Mala idea. Lastimosamente la sociedad aún tiene muchas reservas acerca de la sexualidad de las personas, para muchos hombres puede ser ofensivo que le preguntes de entrada sobre su inclinación sexual, sobre todo si no hay ningún indicio de homosexualidad.
- ¿Cómo era tu ex? No, por favor. Si ya no está con ella, para qué preocuparse por esa persona. Todos tenemos un pasado. Afronta el hecho de que ahora está contigo y deja de darle importancia. Si ya no están juntos es porque su relación no funcionó, por lo que es absurdo hacer que él la recuerde o incluirla en la relación. Una de las peores preguntas.
- ¿Con cuántas personas te has acostado? Esta información solo sirve para sacar conclusiones disfuncionales, subjetivas y descontextualizadas que en algún momento pueden pasarte factura y materializarse en forma de desconfianza o celos.
- ¿Tú y yo, qué somos? Sabemos que la duda te carcome el cerebro, pero lo mejor en este caso es tomar todo con calma, leer los detalles y esperar el momento indicado para hacer la pregunta de la manera más relajada posible para no incomodar a la pareja y para no parecer una chica intensa.
- ¿Dónde nos ves en 10 años? Retráctate, a menos que quieras escribir un artículo llamando ¿Cómo perder a un hombre en 10 segundos?
- ¿Alguna vez me vas a mentir? Esta pregunta tiene una única una respuesta, inmediata y de supervivencia: un no rotundo. La respuesta real es “sí”, lo sabes.
- ¿Me vas a llamar mañana? Permítele tener iniciativa (o no). Mañana te puede contestar mejor esa pregunta.