Cuando abres la ventana por las mañanas y miras a lo lejos la aparición de un pequeño colibrí, de inmediato pides un deseo. Pero ¿sabes de dónde viene esta admiración por estas pequeñas aves? Este tipo de pensamientos data desde los mayas, quienes cuentan que los dioses crearon todas las cosas en la Tierra, y al hacerlo, a cada animal le encargaron un trabajo. Pero cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado de llevar sus deseos y pensamientos de un lugar a otro.
El relato maya cuenta que tomaron una piedra de jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Los dioses habían creado al x tsunuum (colibrí). De esta forma es que esta misteriosa y delicada ave ha podido llevar a cabo el encargo de los dioses, pues un pequeño colibrí puede llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. Si alguien te desea un bien, el colibrí tomará ese deseo y lo llevará hacia ti.
Las creencias mayas dicen que si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza, no lo toques, ya que éste tomará tu deseo y lo llevará a los demás; piensa bien y desea cosas positivas para todos. Piensa que por algo pasó el colibrí por tu camino; piensa que algo realmente extraordinario puede ocurrir.