Más de tres mil plantas medicinales existen en México, las cuales al mezclarse con otras sirven para el tratamiento de enfermedades y podemos encontrarlas en los diferentes mercados del país.
Estas plantas se clasifican como calientes, frescas o frías y para cada padecimiento se requieren de algunos compuestos especiales. Por ejemplo en el caso de los padecimientos del corazón generalmente se emplean los templados o frescos pero nunca se les da un compuesto caliente.
María Edelmira Linares Mazari, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó para Global UNAM que para lograr que el compuesto alcance las características deseadas, la gente mezcla todos los tipos de plantas medicinales, a fin de obtener el compuesto indicado para las diferentes enfermedades.
“Para las enfermedades gastrointestinales generalmente los compuestos son calientes, en este caso se consumen mentas, epazote que se consideran plantas muy calientes por contener aceites esenciales”.
La doctora confirmó que existen cerca de tres mil o cuatro mil plantas que están documentadas en diversos libros y códices los cuales están a disposición de los interesados para aprender y saber utilizarlas.
Hace poco estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) lanzaron una línea de productos llamada “Natural, Medicina Tradicional”, la cual está compuesta por ocho productos herbolarios divididos en pomadas, tinturas y jarabes, destinados a atender problemas reumáticos, de vías respiratorias, sobrepeso, reumatismo y cicatrización de heridas superficiales.
Por ejemplo para bajar de peso cuentan con una tintura a base de cocolmeca, tlanchalagua y corteza de lima, que reduce la ansiedad entre comidas, evita retención de líquidos, desintoxica la sangre.
Una de las más utilizadas para disminuir la tensión nerviosa está elaborada con valeriana, pasiflora y artemisa, y para combatir los efectos diuréticos, antibacterianos y antioxidantes cuentan con una tintura cuyo ingrediente principal es el ajo.
Para la cicatrización de heridas, tienen una pomada hecha con árnica, hierba del golpe, cuachalalate y ocote; para los problemas respiratorios ofrecen una pomada de menta-alcanfor, que es una alternativa natural al ungüento que se conoce en el mercado.
De los jarabes creados desarrollaron un jarabe para la tos que contiene eucalipto, canela, bugambilia morada, ciruela pasa y miel.
Lo más importante de los productos es que buscan rescatar la herbolaria autóctona tradicional de México.