La fecha finalmente llegó, 20 de mayo, día ideal para dar el sí. Hoy Pippa Middelton y James Matthews se juraron amor eterno ante cerca de 300 invitados en la iglesia de San Marcos en Englefield, al oeste de Londres, una pueblecito inglés cerca de la casa familiar de los Middleton.
Eran las 11:30 cuando se aproximó un Jaguar MK V descapotable color verde oliva modelo 1951 en el que viajaban la hermosa novia, Pippa, acompañada de su padre, quien una vez que descendieron del automóvil, la llevó del brazo hacia el altar.
Ella lucía radiante, con un vestido de encaje que rebasaba la cintura con la espalda semi abierta, y un velo que le cubría la cara, diseñado por Giles Deacon. Además de una tiara y pendientes del también británico Stephen Jones y zapatos de Manolo Blahnik.
Por su parte la Duquesa de Cambridge Kate Middelton lució un vestido de seda rosa palo que combinaba perfecto con un tocado del mismo color. Kate estuvo pendiente de los pajes entre los que estaba su hijo el príncipe George y las “damitas de honor” que eran dos niñas de dos años, la princesa Charlotte y Avia Horner.
Otro foco de atención era la asistencia de la actriz americana Meghan Markle, novia del príncipe Harry, quien de manera prudente no se presentó a la ceremonia religiosa para no acaparar las miradas y robarle protagonismo a la novia. Lo cual resultó como esperaban. La actriz se incorporó a la fiesta de recepción, por lo que los príncipes Wiliam y Harry llegaron juntos a la iglesia.
Con esta acción la actriz seguramente se ha ganado muchos puntos de la familia real quienes poco a poco la van integrando a sus actividades y es a la que posiblemente la veamos en algún futuro del brazo del príncipe Harry.
Entre otros invitados a la ceremonia religiosa estaban además de los Middleton y dos príncipes, la princesa Eugenia y su novio, Jack Brooksback, el jugador de tenis, Roger Federer y su esposa. James Middleton y su novia Donna Air.