De acuerdo a una encuesta entre hombres estos son los peores tipos de mujeres para tener como pareja:
La celadora pegajosa. Dicen que es muy molesto recibir llamadas todo el tiempo, tanto en el trabajo, o cuando están con sus amigos, preguntándoles qué hacen o dónde están. Los hombres consideran extremadamente agotador tener que estar justificando todo el tiempo lo que hacen, y controlar los celos de su pareja.
La mandona. A muchos hombres les molesta la intromisión constante de mujeres que siempre quieren saber todo e inundarlos con consejos que más bien son órdenes. Es cierto, hay hombres que buscan una segunda mamá que les diga qué hacer con su vida. ¡Pero la gran mayoría no!
La sobreactuada. Las mujeres se convierten cualquier situación en un problema importante, que siempre dramatizan y crean “tormentas en vasos de agua” con el tiempo se vuelven muy tediosas. Son ese tipo de mujer que es muy emocional, llora mucho y siempre tienen emociones desequilibradas.
La princesa en apuros. Son mujeres que necesitan que siempre haya quien les solucione sus problemas. A la larga, estas mujeres terminan siendo una carga pesada, aburrida e incómoda.
La “chica superpoderosa”. Aquellas que sienten que ellas todo lo hacen bien, y devalúan continuamente a su pareja como si él no sirviera para nada o fuera de poca importancia. No se da cuenta de que al desmotivarlo, en realidad debilita continuamente la relación.
La crítica perfeccionista. Son mujeres que ven culpa en todo y en todos, dando la impresión de que solo ellas saben hacer las cosas de manera correcta. En su mente tienen a un hombre ideal, y siempre quieren modelar o corregir a su esposo o novio, el cual nunca va a estar a la altura de sus expectativas.
La de mecha corta. Explota muy rápido y muy fácilmente. Siempre le “echa en cara” a su pareja lo que no le gusta. No tiene resiliencia, y cualquier detallito le echa a perder un día perfecto, lo que realmente trae mucho dolor a la pareja que termina por enojarse o alejarse.
La del disco rayado. Es una tendencia femenina a hablar sin descanso. No importa si es sobre asuntos que no consideran resueltos o sobre cosas que ella (no él) considera muy importantes. Sí: la respuesta masculina en esta situación es, una vez más, esquivarla. Así que las mujeres no se sienten escuchadas y entonces vuelven a hablar (y más fuerte, si es posible). Ciertamente esto genera conflictos que pueden terminar la relación.
Es bueno tratar de entender, aunque sea de manera general, cómo funciona la mente del sexo opuesto. Eso puede ayudar mucho a mejorar la relación con tu pareja. Ahora lo que sigue es buscar comprender y encontrar formas inteligentes para comunicarse y para armonizar la relación.