Las almendras son alimentos que al consumirlos, nos aportan importantes cantidades de fibra, proteínas, minerales, vitaminas del grupo B, vitamina E, y grasas saludables, así como minerales hierro, fósforo, magnesio, potasio, zinc y calcio. Pese su alto contenido graso, las almendras son muy saludables y nutritivas.
Poseen un alto contenido de grasas saludables monoinsaturadas, fibra, proteína y muchos nutrientes importantes.
Su alto contenido en antioxidantes están presentes en la parte marrón de la piel que recubre las almendras. Son altas en antioxidantes que pueden proteger a las células de la oxidación, retardando el envejecimiento y varias enfermedades.
Las almendras destacan entre las mayores fuentes de vitamina E del mundo: como ya describimos, provee el 37 % de la dosis diaria recomendada.
Ayudan en el control del azúcar en sangre: Las almendras y su alto contenido de magnesio está involucrado en más de 300 procesos orgánicos, incluyendo el control de la azúcar en sangre.
La almendra es un fruto rico en vitamina E, que ayuda con el mejoramiento de la piel, cabello y uñas, además contiene calcio para fortalecer los huesos.
Pueden reducir el colesterol: Comer uno o dos puñados al día puede reducir levemente los niveles de colesterol LDL.
Inhiben el apetito: Son bajas en carbohidratos y altas tanto en proteínas como en fibra. Y ambas incrementan la saciedad, lo cual lleva a un menor consumo de calorías.
Agregar a tu dieta 10 almendras equivale a comer espinaca, ya que la almendra es una fuente importante de hierro, que ayuda a incrementar la producción de glóbulos rojos.
Aliadas en la pérdida de peso. Entre el 10 y el 15 % de las calorías dentro de las almendras son difíciles de digerir por el organismo y, por ende, no se absorben. Hay algunas evidencias que indican que consumirlas puede elevar ligeramente el metabolismo.