Nunca debes ser amiga de tu ex, aquí son las razones

Enamorarse es una de las cosas más bonitas que podemos experimentar las mujeres, pero la realidad es que no todo dura para siempre. En ocasiones las relaciones pueden convertirse en tormentosas y dolorosas y es ahí cuando las parejas suelen poner el fin a la relación para que ambas partes lleven una vida más tranquila. Sin embargo hay un problema y este ocurre cuando uno de los dos pronuncia la frase: “pero podemos ser amigos”.

Puede ser que los nervios que sentimos en ese momento nos lleven a decir la palabra “sí”, sin embargo esto puede ser posible. Las personas necesitamos tiempo para superar todo lo que vivimos, guardar el famoso “luto” necesario para volver a tomar nuestra independencia, para sanar las heridas y los estragos que nos dejó la relación.

Al convertirse en “amigos” algo en el fodo te impide aceptar en total,  la idea de ya no volver a saber nada de esa persona, y el no poder formar parte de su vida. Y aunque nos cueste aceptarlo el haber terminado con tu pareja significa que es tiempo de alejarse y superarlo todo, no de seguir en la codependencia.

Si esto no es suficientemente convincente para ti, acá te dejamos otras razones por las que ser amiga de tu ex no es una opción.

 

¿Necesitas ser amiga de tu ex?

Todo lleva su tiempo, no todos superarnos de la misma forma, a algunos les lleva poco tiempo olvidar eso que ambos sentían. Al seguir siendo amigos puedes correr el riesgo de verlo con alguien más, y eso puede herir; tu ego, tu corazón e incluso la supuesta amistad.

No te engañes, aunque tengas esperanzas de regresar con él, es prácticamente imposible y lejos de ayudarte lo único que provoca es que no puedas olvidarlo con facilidad.

Aparentar ser amiga de tu ex novio evitará que veas otro panorama, por lo tanto, te cerrara nuevas oportunidades con otros hombres. Una cosa es terminar de la buena manera y otra muy distinta es convertir en su mejor amiga.

Estar soltera después de una relación tormentosa es lo mejor que te puede pasar. Es el momento ideal para concentrarte en ti y para hacer todo lo que te gusta. En esta etapa puedes darte el tiempo de hacer cosas que por salir con tu pareja no hacías.

Seguir saliendo con tu ex, es un arma de doble filo y puede que llegues a caer en la tentación de rogarle para que regrese contigo. No juegues con fuego porque puede convertirse en un momento super incómodo porque ambos ya habían tomado la decisión de separarse.

y la última razón pero no la menos importante es porque al final del día él nunca va hacer tu amigo. Si al inicio cuando empezaron a salir no lo querías como uno, por qué, ahora que todo salió mal y terminaron, lo vas a querer como tal.

No caigas con la misma piedra dos veces, si tú y tu ex pareja terminaron, fue porque algo no andaba bien. Quita el dedo del renglón con esa persona, que afuera hay muchos peces en el agua.

Aferrarte a la convivencia con él solo te quita tu propia independencia. Mejor mira las nuevas oportunidades que te da la vida y aventurate con ella.