¿Por qué nos desagrada comer insectos?
Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo comen insectos.
Los insectos se pueden encontrar en el menú o en carritos de alimentos en países como Tailandia, China, México, Japón y Ghana. Alrededor del 80% de las naciones del mundo consumen insectos. Algunos de los tipos más populares de insectos para comer son escarabajos, orugas, hormigas, cigarras y grillos.
Los grillos son fáciles de cosechar, altos en proteínas y ricos en nutrientes. En una era de creciente conciencia ambiental acerca de los recursos significativos necesarios para la cría de ganado, los grillos aparentemente serían el alimento del futuro.
Si usted es como la mayoría de la gente en las culturas occidentales, la idea de chowing abajo en algunos grillos te hace sentir incómodo. A pesar de una infinidad de argumentos racionales para el consumo de grillos y otros insectos, es posible que aún no se persuadan. ¿Por qué? la práctica de comer insectos, puede desencadenar una reacción emocional fuerte que abruma el argumento racional hacia comer los grillos y otros insectos.
“Insectos comestibles: perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y alimentaria”. Tres razones principales para promover la ingesta de insectos: los insectos son saludables (alta en proteínas, alta en calcio, hierro y zinc), la recolección de insectos es mejor para el medio ambiente (menor emisión de gases de efecto invernadero y menos necesidad de desmonte).
El pensamiento de un grillo en la punta de su lengua puede hacer que su estómago se revuelva, en dónde quizá exista una posible asociación en su cerebro entre los insectos y la propagación de enfermedades, y se le deja girar el plato de gusanos a cambio de un sándwich de pavo.
La mayor parte de nuestro consumo de mamíferos y peces en las culturas occidentales implica un cierto desapego entre la criatura viva y su aspecto final plato. Por ejemplo, los pescados servidos en un restaurante típicamente no ofrecen su cabeza. Al quitar la cabeza, podemos estar disminuyendo la probabilidad de que nuestro miedo al contagio tome el control.
Tal vez con el fin de comer los grillos, tenemos que quitar su cabeza. Eso es lo que están haciendo compañías interesadas en la salud, en dónde fabrican barras de proteína usando harina de cricket. Al convertir los grillos en una harina, desprende su consumo de la visual de un grillo en vivo, buscando que las cualidades del alimento pesen sobre las psicológicas.
Así que a comer grillos que son el alimento del futuro.