La holandesa, Vera Mol, de 17 años de edad murió por un problema de idioma. Ella estaba parada a 40 metros de altura en un puente de la costa norte de España mientras se preparaba para su primer salto en bungee.
Era la última de un grupo de 13 jóvenes adolescentes que esperaba su turno para aventarse, el instructor que estaba preparando el arnés le dio una instrucción: “No jump, it’s important, no jump” (No saltar, es importante, no saltar) así lo dijo en inglés pero aparentemente ella entendió “Now jump” (Salta ahora).
Vera saltó hacia su muerte, el arnés no estaba asegurado al puente y lamentablemente murió.
El instructor de Aqua21 Aventura, la compañía que organizó el salto en bungee en agosto de 2015, podría enfrentar cargos criminales, incluidos homicidio accidental, si los fiscales deciden proceder con el caso
Ante esto la compañía apeló en el 2016 bajo el argumento de que la la adolescente había saltado antes de tiempo y que su muerte había sido un accidente.
La corte culpa en parte a las carencias lingüísticas del instructor del bungee quien debió haber dicho: “Don’t jump” (No saltes)”. El inglés del instructor era poco comprensible para comunicarse con extranjeros en una atracción tan peligrosa como saltar al vacío.
Este mal entendido, de acuerdo a la corte, es resultado “del uso incorrecto y la pronunciación del inglés” y es una irresponsabilidad por parte de la empresa el tener a un chico que solo tiene, reconocido por él, nivel básico.
Además la corte responsabilizó a la compañía por permitirle a una menor de edad saltar sin el permiso necesario por parte de los padres de Mol.