Hoy en día compartimos mucha información a través de redes sociales o grupos de whatsapp, mucha de esa información no es fidedigna y debemos tener cuidado, sobre todo cuando se trata de compartir “productos o recetas milagro” o el famoso mito de tomar algo caliente en ayunas que te harán perder peso o eliminar grasa.
Cual conquistadores mostrando espejitos es como nos los venden, “milagrosamente” al solo tomarlo y sin hacer nada logras adelgazar y conseguir ese vientre plano que has deseado.
Remedios como: tomar un vaso de agua caliente en ayunas o con limón o canela. También recomiendan tomar un vaso de agua fría en ayunas (esto jamás lo deberías hacer). Consumir semillas de Chía, espirulina, jengibre y muchos etcéteras más.
Esto no quiere decir que quien dé estos consejos lo esté haciendo con el afán de engañarte, lo hace porque seguramente alguien más se lo está recomendando y desconocen que en realidad es una mentira.
Mito o realidad el tés o agua caliente para obtener viente plano
Y ¿por qué decimos que es mentira?
Simplemente porque para eliminar grasa deben suceder varias cosas dentro de nuestro cuerpo y obvio depende de cada persona ya que debemos aportar una serie de macro y micronutrientes. Solo así nuestro metabolismo funcionará correctamente.
Diariamente necesitamos cierta cantidad de calorías, proteínas y otros nutrientes para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Una taza de agua con limón no aporta ni un 5% de lo que necesitamos. No se ha podido demostrar científicamente que un limón con agua en ayunas o canela o jengibre o lo que quieras sea una opción para bajar grasa, lo único que pasa es que tal vez te ayuda a eliminar apetito.
Lo mismo pasa con las dietas milagrosas porque pueden traernos problemas de salud a corto o mediano plazo y es por eso que luego surge el “efecto rebote”.
Lo ideal para bajar de peso es consultar a un especialista en nutrición que de acuerdo a un diagnóstico real de nuestro cuerpo y consultando nuestros hábitos alimenticios nos indique la dieta ideal para nosotras. Es importante completar nuestra alimentación con ejercicio, por lo menos una caminata diaria de 30 minutos.
Recuerda que no todo lo que le funciona a una le sirve a otra.