Los síntomas de baja agudeza visual no son específicos de la miopía, pero muchos niños miopes pueden tener algunos de ellos: retraso escolar, estrabismo, dolor de cabeza, etc. Las personas miopes, además, suelen echar la cabeza hacia delante y achinar los ojos para mirar.
No existe una edad establecida para empezar a ser miope, un defecto de la visión que hace que quien la padece vea mal de lejos. En los más pequeños, pasa desapercibida porque el medio en el que se relacionan es el entorno más cercano: tienen los juguetes muy cerca, al igual que los amiguitos en el parque.
Los síntomas más frecuentes de miopía son:
- Se queja porque no ve la pizarra. En algunos casos son los propios niños quienes piden ponerse más cerca; en otros, simplemente dicen no ver. Quizá ya eran miopes, pero es cuando empiezan la vida escolar, a los cinco o seis años, cuando se diagnostica. También es frecuente que aparezca al dar el estirón, entre los diez y doce años. Cuando ellos crecen, también lo hace la miopía.
- Retraso escolar. Hay veces en las que el niño no es consciente de que tiene un problema de visión, no se queja y continúa el curso sin que nadie se dé cuenta de que no ve bien la pizarra.
- No reconoce a los padres a la salida del colegio. A esta edad salen corriendo, en grupo y casi a la vez. En pocos segundos cada niño va directo a la mano de sus padres, pero un niño miope tarda más que el resto en encontrarlos, va dubitativo. Es un claro síntoma de miopía: estira el cuello y echa la cabeza hacia delante para mirar.
- Achina los ojos. Los entrecierra para intentar ver mejor. Es un gesto muy típico de las personas miopes, que les ayuda a enfocar más la visión.
- El padre o madre es miope. La miopía es hereditaria. Se recomienda una revisión antes de los cuatro años, aunque sean asintomáticos.
- Se frota los ojos a menudo o los guiña. Si lo hace de forma habitual es que algo pasa y convendría llevarle a revisión.
- Está aislado. Podría ser por muchas causas, una de ellas que no ve bien, lo que le impide relacionarse con normalidad con el entorno.
- Estrabismo. Hablamos del famoso ojo vago, más común con hipermetropía que con miopía.
- Cefaleas. Son más habituales en hipermétropes, pero también se dan en niños miopes.