En las relaciones es normal tener etapas en las que parece que lo único que se hace es pelear, sin embargo, duran poco y se superan fácilmente. Pero llega un momento en el que, por más que se quiera, la relación ya no tiene futuro y lo mejor es terminar, aunque la mayoría de las veces nos decimos mentiras para seguir con la otra persona y evitarnos el dolor de separarnos, y en realidad nos hacemos más daño.
- Justificar. Decir que la otra persona está pasando por un momento difícil en el trabajo o con su familia, y que eso los perjudica, y aunque puede ser así, la pareja siempre debe saber darse su espacio y no mezclar las cosas externas con la relación.
- Es una etapa. Como ya se dijo, todas las parejas tiene altas y bajas, pero si los momentos malos son los que abundan, entonces ya no es algo sano ni que haga feliz.
- La última oportunidad. Y quizá ya vas por la quinta última oportunidad.
- Soy yo. Puede que pienses que tú eres la parte que está fallando, que no estás dando tu cien, sin embargo, debes tener presente que una relación es de dos, y todo debe ser equilibrado y recíproco.
- Nadie como él. Piensas que jamás alguien te amará así, que jamás nadie te entenderá como él, pero personas hay muchas, y siempre se podrá encontrar algo mejor que si te haga sentir plena.
- Lo amo. Pero no se debe confundir el amor con la costumbre o la rutina, estas cosas van acabando con el amor.
- Cambiará. El problema no es que cambie o no, si él quisiera un cambio en su vida ya lo habría hecho.
Estar en una relación puede ser lo más maravilloso o puede convertirse en algo feo, pero algo es seguro, y si una persona ya no te hace feliz, si los momentos malos son más que los buenos, entonces es momento de detenerse a pensar y saber decir adiós.