Los especialistas recomiendan el uso de mangas y vendajes de compresión cuando persona ha sido operada de cáncer de mama, esto para evitar un linfedema que es un tipo de inflamación.
Un linfedema se genera cuando la linfa, conformada por plasma, glóbulos blancos y proteínas, deja de transportarse adecuadamente y se acumula en los espacios entre las células ocasionado por la cirugía, generando hinchazón en el brazo.
María Eugenia Ramos, presidenta de la Asociación Linfática de México, comentó que este tipo de padecimiento puede presentarse desde el postoperatorio hasta años después.
“Los síntomas son dolor, disminución en la movilidad, fibrosis (cuando el tejido y los vasos linfáticos se hacen fibras), deformación, incapacidad, además de la afectación a la autoestima, entre otros factores, por lo que la prevención es vital”, apuntó en un comunicado de BSN Medical.
¿Se debe usar vendajes o mangas de compresión?
Terapeutas calificados serán los que realizarán las valoraciones para evaluar a los pacientes que serán sometidos a disección ganglionar, proporcionarán información de prevención de linfedema y hablarán con los pacientes sobre los cambios en los estilos de vida que pueden incidir en el transporte de la linfa.
Otra de las recomendaciones es el uso de una manga de compresión de manera preventiva para contener el crecimiento del brazo.
Cuando se presente algún registro de algún grado de linfedema, lo ideal es iniciar con una Terapia Descongestiva Compleja (TDC), que consiste en aplicación de vendajes diarios para disminuir la hinchazón y a la vez los pacientes realizarán ejercicios específicos.
“Dado que el linfedema no se cura, las mangas con tejido de punto permiten al músculo continuar el drenaje linfático aunque esté en reposo, lo que favorece a la liberación del líquido”, describió.
El material de estas mangas es de algodón lo que permite retener la humedad desprendida por la transpiración de la piel, para evitar irritaciones en pieles sensibles.
En México se diagnostican 23 mil nuevos casos de cáncer de mama al año, lo que sitúa a este padecimiento en el primer lugar de mortalidad en las mujeres, sin embargo gracias al impulso de los principios contenidos en la Iniciativa Global para la Salud de la Mama las cifras no se han disparado en forma desproporcionada sino se han mantenido.