Tu hijo pone a prueba tu paciencia en los momentos más incómodos, no te dejes manipular y usa toma en cuenta estas maneras sencillas de parar una rabieta.
No dejes que toda tu sangre suba a tu cabeza en estas ocasiones, comencemos por entender a tus hijos. Un niño en esta edad no posee un lenguaje suficientemente desarrollado para expresarse correctamente y no sabe qué hacer cuando se enoja o se frustra. Estas emociones para él pueden ser muy intensas y lo llevan a comportarse de manera irracional, sigue estos consejos para terminar con sus berrinches.
- Tira una rabieta junto a ellos, exagera tus expresiones y llama su atención tanto como puedas, al quedar sorprendido por tu actuación puede dejar de llorar.
- Distraerlo, apuntar hacia otro lado y decir algo como “¿Acaso es eso un (cualquier cosa que le guste) por allá?”, al menos en ese momento puede distraer su enojo.
- Mantén un rico bocadillo en tu bolso para intercambiar por su silencio.
- Tíralo hacia arriba, no de manera violenta, pero un niño no puede resistir sentirse emocionado cuando uno juega con ellos de esta manera.
- Abrázalos, al contrario de ignorarlos lo que tus hijos buscan en atención, transmite paz y deja que se calme.
- Mantén un juguete llamativo a mano, trata de cambiarlo entre salidas para llamar su atención.
- Diles que pueden elegir un lugar a donde ir o un tipo de actividad, un momento en el parque o dales a elegir la película que verán más tarde.
- Acércate a él y susurra en su oído, si no te pueden escuchar lo más seguro es que bajen sus gritos para poder escucharte.
Una vez paren las rabietas y ya no te encuentres en un lugar público, conversa con él y deja claro que su comportamiento es inapropiado y habrá consecuencias por sus acciones. Dile que comprendes que se siente frustrado pero hay otra manera de manejar estas emociones.
Al final dile que lo amas y deseas lo mejor para él, la comunicación los hará más unidos.